Un libro de memorias convincente y sincero que detalla la vida de Jackson en reclusión, por los guardaespaldas que lo acompañaron en sus últimos días, con una nueva introducción para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de Michael Jackson.
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El 19 de junio de 2005, Michael Jackson abordó un jet privado con sus tres hijos y desapareció. Diez días después, tras una breve escala en Europa, aterrizó en el remoto reino insular de Bahrein en el Golfo Pérsico, que sería su casa para el próximo año. Jackson, el rey del pop universalmente reconocido, había ido al exilio.
Michael Joseph Jackson nació el 29 de agosto de 1958 en el Medio Oeste ciudad de acero de Gary, Indiana, el séptimo de nueve hijos de Joe y Katherine Jackson. Un prodigio musical casi desde el momento en que podía caminar, Jackson pronto se unió a sus hermanos mayores Jackie, Tito, Jermaine y Marlon en el grupo de canto administrado por su padre. Se llamaron a sí mismos The Jackson 5. Desde la edad de seis, Michael estaba de gira con sus hermanos casi todas las semanas, jugando espectáculos de talentos regionales, clubes nocturnos y festivales de música. En el momento en que se cumplió doce, era uno de los animadores más populares del país. Cuando tenía veinticinco años, gracias al éxito de su ahora icónico álbum, Thriller, se convirtió en el ser humano más reconocible del planeta.
La espectacular carrera de Jackson comenzó a desmoronarse en agosto de 1993 cuando estaba acusado públicamente de abuso de menores. Manteniendo su inocencia, para evitar un largo juicio y una mayor invasión de su vida privada, accedió a resolver el caso fuera de la corte por $ 22 millones reportados. Esa decisión lo perseguiría por el resto de sus días, proyectando una sombra de sospecha pública sobre cada uno de sus movimientos.
En los años que siguieron, la vida de Jackson tropezó y vaciló y finalmente implosionó cuando surgió una segunda acusación de abuso en 2003, lo que provocó una investigación realizada por el fiscal de distrito de Santa Bárbara, Tom Sneddon, que había estado en una misión para condenar al cantante desde que se hicieron las primeras acusaciones década antes.
En abril de 2004, Sneddon convocó a un gran jurado, que votó para acusar al cantante acusado de poner en peligro el bienestar de un menor. Jackson, decidido a demostrar su inocencia de una vez por todas, accedió a ser juzgado. En enero de 2005, el caso de The People of California Contra Michael Joseph Jackson comenzó, capturando la atención del mundo entero. Pero después de una investigación de dos años y un juicio, el fiscal excesivamente entusiasta de Santa Bárbara no había podido producir una sola pieza de evidencia que demuestre cualquier conducta criminal por parte de Jackson. El jurado votó absolver por unanimidad, y el 13 de junio de 2005, Michael Jackson abandonó el tribunal un hombre exonerado.
