Ping pa' Tintín~

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Su papá se lo había dejado bien en claro cuando era renacuajo:

1. Los McArthur no comen chorizo con mayonesa

2. Los McArthur no le tocan las boobies a los maniquís

3. Los McArthur no reprueban geografía básica

Y por encima de todo

4. Los McArthur NO gustan de llamar la atención si había una ligera chance de meterse en líos

Pero ahí lo tenían, histérico, aceptando la paleta que le pasaba Bailong para hacerle de segunda a la gerente del Raimon.

Frente a toda la elite imperial.

Y jugando contra nada más y nada menos que el hijo del jefe del jefe del jefe del jefe.

Conclusión: Hoy no era su día.

Pero opuesta a su persona, Rosie estaba tranquila y serena cuando rechazó la paleta que muy amablemente le ofreció Tezcat.

—. Gracias pero traje la mía~

El compañero de equipo de Quentin, Aimé, no pudo evitar cierto detalle que lo dejaba descolocado—. ¿¡De dónde te sacaste eso!?

Pero el mismísimo Quentin observaba todo medio reclinado contra la mesa, usando la propia paleta de apoyo y con una mano a la altura de su rostro, mismo rostro que se veía entretenido y analítico de los movimientos de la muchacha.

—. Menudo personaje eres, Rosita.

—. Gracias, Tintín~

—. ¿Están listos? —. Preguntó Harrold Houdini, haciendo aparecer una pelota de ping pong detrás de la oreja de Doug. Después de que todos le aplaudieran, siguieron con la historia—. ¿Quién desea sacar?

—. Damas primero—. Ofreció Quentin amablemente, señalando a Rosie con un educado gesto de mano—. Al final de cuentas, puede ser la única instancia de que toque la pelota.

Sin pronunciar palabra Rosie aceptó la pelota, y mientras calculaba el rebote de la mesa y hablaba con Doug, Aimé se encargaba de traer a tierra a su amigo por medio de susurros.

—. No deberías subestimarla, así que ve en serio con ella.

—. ¿A qué viene eso? —. Quentin frunció el ceño un poco, pero no abandonó su sonrisa confiada—. ¿No confías en mich?

—. Lo hago de toda la vida pero, ¡Trajo su propia paleta! No te la dejará fácil.

—. Por favor Aimé, ¿No escuchaste cuando se presentó? Bueno, creo que no porque habla bajito pero aun así te lo digo: "Rosie".

—. ¿Sí?

Quentin le sonrió—. No guapa, no es a vos. Pasa que mi amigo no te escuchó cuando te presentabas y le daba vergüenza preguntarte de nuevo. Nomás le decía.

—. Ah, está bien~

Acá Quentin entendió que tenía que susurrar por igual—. Le calza perfecto, ¿No te parece? Esto será idéntico a enfrentarse a una rosa de verdad, ¡Y no hay nada más fácil que pulverizar una flor!

—. ¿Y qué hay de respirar?

—... bueno, supongo que lo segundo más fácil.

Y del otro lado de la mesa...

—. Rosie, no podes ganarle, ¡Él es-!

—. Me insultas con tu inseguridad, McArthur~

¿¡Rosie es una Imperial!?Where stories live. Discover now