11.

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3 años atrás.

Sus manos estaban atadas detrás de la silla al igual que sus pies, su labio sangraba y sentía su pómulo arder, pero de todas formas no sacaba su sonrisa psicópata.

Esta pensando en mil formas de como torturaría a aquel hombre que solo lo miraba desde arriba con notable enfado.

—Querido San...—carraspea empezando a hablar.—yo quise hacer esto a las buenas, te dije miles de veces y te advertí miles de veces más que te alejes de nuestro diamante en bruto.

—Tú no puedes decidir en la vida de él—sonríe desconcertado por la situación, no creía que aquel hombre de traje pulcro fuera tan cerrado.—no creí que usted fuera de prohibirle su felicidad.

El hombre arrastró una silla caminando a pasos lentos hacia el chico amarrado, haciendo que este odiara más la situación. Su cabeza pesa y aquel ruído de la silla siendo arrastrada, solo le daba mas jaqueca.

El de traje se sienta en frente de San mientras desabotonaba sus mangas.

—Verás, San...—tose.—puede que no sabías sobre esto pero él pertenece a una organización y su deber es ser profesional y destacar entre todos, tú no ayudas en eso, ¿entiendes?. Solo eres una distracción para mí chico, tampoco permitiría que un policía se meta en nuestras vidas, nuestra familia.

—¿Familia?, ¿llamas familia a tus hijos que torturas a golpes para que sean como tú quieres?—carcajea como sí de una persona loca se tratara.—a los cuales eres capaz de matar si no hacen una buena misión, no sé que clase de familia tienes en tu mente pero yo no llamaría familia a eso y tampoco creo que ellos te consideren familia. Sin hablar de qué...—el hombre estaba tan enojado que parecía que su mandíbula iba a romperse de lo que era apretada.—mataste a tu mujer, Seung. No quiero ese tipo de familia para mí chico.

El hombre pateó la silla hacia un lado y con su baston en mano golpeó al joven secuestrado.

—¡¿Tú, Woo?!—carcajea cínico.—¡morirás Choi San ubicate y respeta!.

—Seung...—pasa su lengua por sus labios secos.—mi error fue confiar en tí, pensé que era bueno llevarse bien con el padre de la persona que amaba, pero... no imagine que el gran Seung era un maldito traidor que disparaba por la espalda.—sonríe ladino.—No sé como haré, ni cuando pasará pero te juro por lo que más quiero que te mataré, te mataré con mis propias manos, maldito asqueroso.

El hombre empezó a reírse en su cara y San solo se sentía más enojado de lo que ya estaba, desde que despertó en aquel lugar.

—¿Arruinarías tu vida por Wooyoung?—le pregunta divertido.—¿Harías eso por un maldito como él?.

—¿Hablas así de tu propio hijo, al cual llamas diamante en bruto?. Es increíble lo hipócrita que eres. Sólo lo consideras hijo porque te da tu maldito dinero y todos lo quieren en sus propias organizaciones, por eso quieres a tu supuesta familia, porque sin ellos no eres nada, Seung, nada.—muerde su lengua.—¡Y sigue hablando así de él y te juro que te arrancaré la lengua!.—grita.

Seung se acercó a San mirándolo fijamente a los ojos, su mano acarició la suave piel del menor frente a él.

San lo sabía, todos le dijeron que se tenía que alejar de Seung y no lo hizo. Ese hombre se obsesionó con él importandole poco aplastar los sentimientos de su hijo solo por querer tener la atención de San.

San solo fingía amabilidad y confianza hacia Seung por Wooyoung, sólo por él. Al parecer el hombre se confundió.

San fue amable con la persona equivocada, lo sabe ahora. También entiende el por qué de que Wooyoung entrenaba todos los días, Seung lo obligaba para que no esté con él.

—San...—su pulgar pasea el labio inferior del menor, sus miradas fijas aún.—eres demasiado para ese chiquillo, aléjate de él o lo haré a las fuerzas.

—No lo voy a dejar, Seung, estoy enamorado de él y nada cambiará lo que siento hacia él.—habló firme.

Seung golpea su mejilla de una cachetada haciendo que este se quedara helado por ese repentino golpe.

—Tienes dos opciones querido y hermoso, San...—comenzó a caminar con sus manos juntas detrás de su espalda.—te alejas de Wooyoung o...—sonríe mientras juega con una navaja.—, Wooyoung muere.

San estaba por gritar, iba a quejarse y maldecir al hombre frente a él. Estaba harto de escuchar las locuras de Seung y que el nombre de su novio salga de aquella boca asquerosa, lo odia.

Pero... Seung lo durmió de un golpe.

“Juro que te mataré, Seung”.

“Juro que te mataré, Seung”

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Bad romance • sanwooWhere stories live. Discover now