Prólogo

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Los humanos no nacemos para convivir entre nosotros. Es más, no nacemos para convivir con nosotros mismos, sin embargo, nos implantan la ilusión de que así es como debe ser.

Los seres humanos somos unos monstruos, el fantasma detrás del armario, el demonio debajo de la cama. Los humanos somos más terroríficos que eso.

Más letales.

No nos importa destruir al otro, con tal de que eso nos haga felices.

Aún si no nos hace felices, solo por el simple hecho de querer hacerlo, destruimos a quienes encontramos más débiles.

Porque eso es lo que queremos hacer realmente, esa es nuestra más podrida y maloliente naturaleza.

Y desgraciadamente, somos los más débiles los que debemos enfrentar los golpes, rasguños y destrozos que nos hacen los demás.

Solo porque debemos aceptar con resignación, nuestro lugar en la vida.

Pero yo no quiero hacerlo más.

No más.

Los inhumanos son criaturas sumamente pacíficas, a pesar de estar clasificados como escoria sobrenatural, no nos gusta dañar a nadie

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Los inhumanos son criaturas sumamente pacíficas, a pesar de estar clasificados como escoria sobrenatural, no nos gusta dañar a nadie.

Nos dedicamos simplemente a estar en paz con nosotros mismos.
Porque es algo que nos llena como seres vivientes –y tal vez, no tan vivientes–, la paz en nuestro espíritu.

Porqué si, tenemos espíritu. Tenemos alma. Sentimos, amamos, lloramos, nos destrozamos y nos levantamos. Y siempre, siempre nos apoyamos.

Esa es nuestra filosofía.

La misma que debería adoptar los humanos.

Lástima que ellos nos ven como la amenaza.

Cuando la propia amenaza son ellos mismos.

House of Wolves [W #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora