XXIV-VI: Won't You Believe? It's Just My Luck (Extra 9k, 10k & 11k)

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Kurt

La noche está sumamente agitada y las luces del exterior, se filtran por las barricadas improvisadas que he colocado en las ventanas de mi habitación, derrumbando la cortina de espesa oscuridad que mantengo en mi dulce morada.

¿Dulce morada? ¿O tal vez quiero decir, asfixiante jaula del encierro en el que vivo?

¡Bah!

Lo que sea, al final...es un fastidio seguir vivo, si ya no tengo nada por lo cual vivir.

Ni amor, ni familia...nada.

Nada me ata a esta jodida vida miserable.

O bueno...solo una cosa.

El motivo por el cual, aún sigo respirando cada mañana...

La venganza.

Sonrío y me adentro en el cuarto de baño, en dónde me cambio sin prestarle atención a mi atuendo, ya que, en mi mente solo ronda la misma idea que pasa...después de esa noche.

Algún día... él vivirá lo mismo que yo vivo por su culpa.

Sí...y disfrutaré cada maldito segundo de eso.

Una lenta sonrisa ladina tuerce mi rostro y me palmeo las mejillas, sintiendo mis manos rasparse con el punzante vello de mi creciente barba.

—Wow... definitivamente, me veo como la mierda esta noche. —Me echo a reír irónico, recordando que desde hace años me he estado viendo como la mierda, gracias a él.

A mí querido y dulce hermanito.

¡Maldito hijo de puta!

Saco una navaja de afeitar del kit que está detrás del espejo del baño y sin ningún cuidado, empiezo a rebajar la cantidad de vello que abunda en mi cara.

Si esta es la gran noche de la cual Noir ha estado esperando sin cesar ¿Por qué tengo que darle motivos para arruinársela?

Él es mi único acompañante en este viaje sin rumbo, al cual llamo...vida.

Y el único ser viviente...que se ha aguantado todos mis desastres sin parar.

Aún... si estos no fueron ocasionados por mí.

Hundo la navaja contra la piel de mi cuello, y un pequeño hilillo de sangre escapa de esta, ensuciando mi ropa, mientras una leve carcajada escapa de mi garganta un tanto incrédula. —Noir ni siquiera se creyó que el desastre de la sala, la otra noche fue culpa del imbécil de Valleneu. —Ruedo los ojos incrédulo y presiono mi frente contra el cristal del espejo. —Solo creyó que era otro de mis ataques de síndrome de abstinencia...¡Pff! Me recargo en todo.

Mi carcajada resuena más alta e histérica, mientras algo caliente comienza a resbalarse por mis párpados.

¿Qué carajos?

Me paso la mano por el pómulo y gruño lentamente al darme cuenta, de que es una lágrima.

¡¿Qué mierda?!

¿Ahora que carajos me pasa?

—Te estás poniendo viejo, Markus...eso te está volviendo enteramente sentimental. —Le reclamo a mi reflejo del espejo y me echo agua sobre la cara para limpiarla del jabón, las lágrimas y la sangre que aún emana de mi cuello. Me froto la cara con la toalla de lana y me vuelvo a mirar en el espejo de plata, el cual es más antiguo que mis abundantes ganas de morir. —Deberías dejar todo atrás...salir de ese encierro mental. —Me repito la misma mierda que he visto en los programas de TV que dicen que son para "ayudar a las personas".

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2023 ⏰

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