X-V: N

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???

Manejo por la calle, mientras en la radio suena Mysteria de The Rasmus. Sonrío con sorna y doblo el Mercedes por la esquina, mientras tarareo la maldita canción pegajosa, con fastidio.

Aprieto mis nudillos en el volante y observo las calles, las cuales están relativamente llenas, para una noche a las 3 de la mañana.

Si esto es la vida alegre, me gustaría ser parte de ella.

Muevo la cabeza al son de la música y miro la siguiente esquina a doblar. Sin embargo, algo llama mucho mi atención, por lo cual, detengo el auto en la acera de la calle; ignorando por completo el aviso de "no estacionar" que se encuentra a un lado.

Ruedo los ojos antes de ver el jodido cartel, pero simplemente me vale mierda, ya que de igual manera, estaciono y me bajo del Mercedes.

Una chica, la cual está vestida con un abrigo de Cachemira oscuro y unos shorts deportivos de color gris, está siendo abordada por tres hombres, los cuales la están empujando a un callejón oscuro en plena noche.

Sus gritos son amortiguados por las manos de uno de los hombres, el cual cubre su boca con una de sus manos sucias. Su cabello, el cual está atado en una cola de caballo floja, se remueve con salvajismo; al igual que sus piernas largas y estilizadas, las cuales se mueven muy intensas por el afán de soltarse.

Sonrío entre lastimero y fascinado. —¡Comida gratis! Pero que excelente servicio.

Y en cierto modo, tengo toda la razón.

Es comida fácil y sin necesidad de tener que buscarla.

Camino hasta la entrada del callejón, y veo como la chica se remueve muy molesta, tratando de soltarse de uno de los hombres, el cual le acerca una navaja por el costado de su cara. —Quédate quieta preciosa, esto no te va a doler...Al contrario, lo vas a disfrutar, y al final...nos pedirás repetir.

Hago una mueca de desprecio ante las palabras del hombre, ya que desgraciadamente, esa clase de cosas nunca sucede...Ni en el peor de los casos.

Ella solo sonríe ladina y le escupe en la cara al tipo que la amenaza. Me echo a reír ligeramente en silencio, ante el acto de estúpida valentía de la chica.

Es reverendamente estúpida por esto, aunque debo darle crédito.

El hombre le abofetea la mejilla y ella sisea antes de mirarlo con desprecio. —¡Esto lo vas a pagar, zorra!

—¡Atrévete maldito! ¡Y te juro, que te parto las pelotas!

Me sobresalto ante su voz, ya que suena entre salvaje, guerrera y angelical. Lo cual produce un cierto cosquilleo de sed en mi garganta.

Sería una verdadera lástima, que esta chica muriera así como así.

El tipo le abre el abrigo con la navaja y ella chilla sumamente enojada. Los otros sonríen y ella baja la cabeza con determinación. —Te lo advertí...

Escucho su susurro antes de que ella levante la cabeza y la eche hacia atrás con fuerza, pegándole en la nariz al hombre que la sostiene, quien la suelta mientras trastabilla y gime de dolor. —¡Perra!

Ella sonríe y le patea en el pecho al otro idiota, el cual estaba haciendo bulto sin hacer absolutamente nada frente a ella. El hombre cae hacia atrás y se regresa hacia ella para meterle un derechazo, el cual la chica esquiva con suma facilidad y le golpea en las costillas con el puño, dejando al hombre sin aire.

El de la navaja se lanza contra ella, y esta le patea la entrepierna y luego el estómago, mientras esté cae al suelo con un ruido sordo y seco, ella le propina otra patada, que aparentemente le deja inconsciente.

House of Wolves [W #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora