Entre el Crepúsculo y el Amanecer [Edward x Jacob]

cap.33| Caminos separados

♣♥♣

— Jacob, no te quiero hostigar con el tema, y sé que estás cansado de que todos a tu alrededor te mencionen aquello una y otra vez, pero en serio necesito saber si estás bien — su paso trastabilló al escucharlo, trató de disimularlo y siguió caminado sin saber a dónde se dirigían. Aunque sabía que no podría engañarlo, no a él. Podría mentirle a los demás, pero él parecía tener una especie de instinto que le permitía saber cuando le ocultaba la verdad.

Siempre lo descubría, aunque en los últimos días se haya convertido en un experto en mentir.

Buscó su mirada un segundo y la apartó al siguiente, no quería mirarlo a los ojos cuando le mintiera. O cuando tratara de hacerlo.

— Si — respondió finalmente, su voz casi un susurro en la inmensidad del bosque al que lo había llevado muy en contra de su voluntad. Era casi gracioso, o triste más bien, que lo que tanto amó se convirtió en el monstruo debajo de su cama. Antes adoraba pasar horas en el bosque, escuchar el canto de las aves, perseguir animalitos hasta sus escondites y observar el baile de las hojas mecidas por el viento. Sin embargo, los últimos días no podía ni siquiera mirar más allá de su ventana, ni hablar de poner un pie en el bosque, cada lugar parecía contener un recuerdo de aquello que tanto le lastimaba. Así que para evitar el dolor volteó el rostro y abandonó aquello que lo hizo tan feliz en su momento.

Quizás algún día volvería a correr entre los árboles sin el fantasma de alguien a su lado.

— Jake, es tu lobo, no deberías tomártelo tan a la ligera — Brady detuvo sus pasos y casi podía jurar que le estaba dando aquella mirada que pretendía reprocharle todo lo que en palabras no podía decirle por miedo a lastimarlos — Lo que te está sucediendo no es normal — frenó sus pasos unos metros por delante de su amigo, mirándolo en silencio.

— Nada de lo que ha sucedido en mi vida durante el último año es normal, Brad — nadie lo sabía mejor que él. Pero, como siempre, no podía hacer nada para cambiar su realidad, más que esperar, y él estaba harto de hacerlo.

— Yo solo digo que...— frunció el entrecejo al verlo dudar mientras se acercaba. No le iba a gustar ni un poco lo que diría a continuación, casi podía apostarlo — quizás deberías aceptar la propuesta de tu padre — abrió sus ojos sorprendido sin creer que le estuviera diciendo eso. No lo podía creer, no de él.

— ¡No! — gritó sorprendiendo tanto a su amigo como a él mismo, pero es que el tan sólo pensar aquello lo ponía a la defensiva de una manera increíble — no voy a hacer eso. Se lo dije a ellos y te lo repito a ti. No quiero — le dio la espalda y siguió caminando reteniendo las malditas lágrimas que picaban por salir. Estaba harto de llorar por algo que no valía la pena. No quería enojarse con Brady, era muy importante para él, pero si seguía mencionando aquello no lograría mantener la calma.

— Pero Jake... — se giro suplicándole con la sus ojos que no siguiera con el tema, era lo último en lo que quería pensar. Solo quería un momento, unos instantes sin eso en su mente. El chico suspiró rendido y él casi sonrió — está bien, olvida lo que dije — se puso a su lado y siguieron caminado en silencio. Pero Jacob más que nadie sabía que no podía obviar por más tiempo lo que le estaba pasando, aunque le molestara aceptarlo.

Había pasado "bien" la primera semana después de la batalla, luego todo comenzó a ir en picada. Inició con un resfriado "normal". Que de normal no tenía nada, tomando en cuenta que él no podía enfermarse como otro ser humano común. Sin embargo, la peor parte llegó después cuando su lobo dejó de responderle y no pudo volver a entrar en fase.

Había sido un día en las rondas con la manada, todo corría relativamente normal, obviando las miradas furtivas que le daban sus compañeros cada cierto tiempo, como si tuvieran que cerciorarse de que estuviera bien cada milisegundo. Y él lo estaba, hasta ese momento; Cuando trató de transformarse y simplemente no pudo.