cap.38| Sorpresas •parte 2

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[4/8]

El viaje fue lo más incómodo que vivió en su vida. Todo el camino se la pasaron en un incómodo silencio del que se libró cuando en el avión se quedó dormido, hasta que Edward lo despertó cuando aterrizaron.

Tomaron un taxi rumbo a la casa del vampiro con el mismo sofocante ambiente. Cuando divisó el hogar de los Cullen, ni bien el taxista estacionó, él ya estaba corriendo fuera del auto. No lo soportaba más, estaba cansado, tenía sueño y quería llorar, pero haría todo eso después de comer porque también estaba muriéndose de hambre.

Cruzó la puerta viendo a todos los vampiros en la sala, Rosalie corrió a su encuentro y le abrazó con protección. Los demás se quedaron mirándolo con suma curiosidad.

— ¡Lobito! ¿Es cierto? — Emmett se acercó a él sonriendo, mirándolo de arriba a bajo. Se separó un poco de Rose y bajó el broche del abrigo mostrando la remera por la que se podía notar el pequeño bulto — ¡Oh es cierto! ¡¿Jasper viste?! — rió un poco por las caras que estaba haciendo el vampiro mientras señalaba emocionado su vientre.

— Asombroso — murmuró su suegro sin quitar la vista de su abdomen. Alzó la vista percatándose de las reacciones de su nueva familia; Esme miraba su abdomen como en Deja Vú, Alice parecía pérdida, Rosalie sonreía, Jasper actúa pues como Jasper y Emmett estaba ¿tocándolo? Si, en efecto, acercó tímidamente la mano a su abdomen y lo tocó con las puntas de los dedos, luego tomó más confianza y puso la palma completa y él lo dejó ser, solo mirándolo actuar como un niño curioso.

— ¡Se movió! ¡Lo sentí moverse! — chilló asombrado y el rió por su reacción al igual que alguno de los otros — ¿es normal que el bebé se mueva con tan pocos días?

— Nada de eso es normal. Y no es un bebé — sintió un dolor recorrer su pecho al escuchar las duras palabras de su esposo. Se encogió un poco y Rosalie volvió a abrazarlo.

— Tranquilo, estoy aquí — le susurró al oído — nadie va a quitarte a tu bebé, yo no lo voy a permitir.

— Rosalie, deja de hacer eso, sabes perfectamente que ese feto no puede madurar — sus lágrimas estaban a punto de caer ¿por qué no podía apoyarlo ahora? Era su bebé y no iba a matar ¿es que no le había quedado claro?

— Callate la boca Edward — chilló airada la rubia — yo sabía que eres un imbécil, pero nunca imaginé que llegaras hasta este punto ¡es tu hijo!

— Es una abominación, va a terminar haciéndole daño y escuchame bien; eso no lo voy a permitir — tembló asustado y negó repetidamente con la cabeza. No, su bebé no era malo, él podía sentirlo. Quizás le dijeran que no era normal que un hombre se embarazara y mucho menos de un vampiro, pero las cosas buenas muchas veces son diferentes. Su bebé es un pequeño milagro. Y aunque supusiera una gran responsabiliza él lo tendría.

— Tu pedazo de...— fue apartado de los brazos de Rosé por la fría mano de Jasper que lo puso tras su espalda. Esme se acercó hasta él acariciandole la espalda tratando de calmarlo.

— Calmense los dos, sus gritos están afectando a Jacob y es malo para el bebé.

— ¿Tú también Jasper? ¿Es que ahora todos se van a poner de su lado sin ver la realidad? — Edward parecía incrédulo ante la actitud defensora del rubio — ¿quién falta? ¿Emmett?

— Pues yo estoy del lado del Chiquitín, y aquí nadie va a hacer nada en contra de su voluntad — dijo en tono raramente serio tomando una actividad defensiva delante de él. Él estaba totalmente agradecido con ellos, que lo estuvieran apoyando cuando la persona que se suponía debía de estar de su lado le daba la espalda.

Entre el Crepúsculo y el Amanecer [Edward x Jacob]Where stories live. Discover now