♣♥♣
Siguió a la rubia pedante hasta una oficina, muy elegante, con toques entre lo antiguo y lo moderno. La vampiro se giró hacia una pared que contenía un gran número de cuadros y por las pintas no parecían ser muy recientes que digamos. Eran todos con paisajes a blanco y negro y personajes con vestimentas que pasaron de moda hace más de un siglo.
— A ver...— la chica puso un dedo debajo de su barbilla en un gesto pensativo, como si estuviera buscando la mejor manera de iniciar con el relato. Hasta que sus ojos dorados sé posaron en un cuadro en específico. Lo señaló con su pálido dedo índice — supongo que debo empezar por el inició de todo ¿no? — preguntó y sin esperar respuestas siguió hablando — Carlisle nació en Londres, Inglaterra, cree que hacia 1640. Hijo único de un pastor anglicano, su madre murió al traerle al mundo, lamentablemente, por ende nunca tuvo algún recuerdo de ella. Así que su única figura paternal fue su padre, ese hombre que irónicamente era consiente de que había más de lo común, pero también estaba en contra de ello, así que lideró revueltas en contra de brujas, licántropos y vampiros. Nunca encontró nada esencial, ninguna prueba. Aún así envió a la horca y quemó muchas almas inocentes.
— Eh... — interrumpió Jacob, cuando algo de todo eso le pareció conocido, la rubia le miró levantando una ceja — ¿tiene eso algo que ver con la cacería masiva de brujas? esa en la que participó la iglesia hace muchísimos años.
— Efectivamente, aunque los religiosos tenían cierta certeza del mundo sobrenatural, no es que tuvieran muy seguros del tema y tomaron como escusa el miedo de la gente para deshacerse de todo aquello que se salía de su control, es decir, de esas mujeres a las que no podían mantener sumisas en sus hogares, a las que no podían manipular — Jacob asintió de manera distraída, no es que él tuviera mucho conocimiento del tema, pero siempre le pareció algo exagerado el nivel de crueldad de aquellas personas, que tomando a Dios como escusa querían hacer y deshacer a su antojo, manejando el mundo desde su perspectiva, obligando a todos a amoldarse a sus puntos de vistas oligárquicos — sin embargo el padre de Carlisle no pertenecía a ese grupo, el simplemente supongo que tenía miedo a lo desconocido, después de todo era humano, pero nunca tuvo suerte o quizás era todo lo contrario. Carlisle, en cambio, a sus 23 años era más suspicaz que él, y encontró un clan de vampiros que vivían en las cloacas de la ciudad. Le comentó al hombre de su hallazgo y pues, como te imaginarás, él les persiguió. Uno de los vampiros atacó a Carlisle dejándolo herido en un callejón. Sabiendo cómo iba a reaccionar su padre cuando viera la mordida y temiendo de su reacción, se escondió en un sótano entre patatas podridas mientras duró la transformación.
Rosalie se detuvo un momento mirando la expresión de absoluta concentración del chiquillo, tenía los labios ligeramente abiertos totalmente absorto en la historia, era como un niño pequeño escuchando emocionado algún relato. Incluso parecía que no parpadeaba con los ojos bien abiertos, mirando desde ella hacia los diversos cuadros en la pared. Era realmente un cachorro tierno y ella apostaba a que si tuviera en su forma lobuna estaría moviendo la cola emocionado. Una pequeña sonrisa curvo sus labios al verlo y ella la frenó aclarándose la garganta para continuar.
Cierto, nada de debilidades y menos con alguien del bando enemigo. Retiraba lo dicho, el chico no tenía nada de adorable, ni siquiera sus mejillas regordetas.
— Cuándo supo que se convirtió en vampiro intentó suicidarse tirándose de altos riscos y ahogándose en el océano. Pero nada funcionó. Carlisle se negaba a beber sangre humana aunque la sed intentase controlarlo — escuchando aquello, la admiración que sentía por el doctor Cullen aumentó un poco más. Pocos podían presumir de tener un gran y amable corazón como el bueno de Carlisle Cullen y un más que perfecto autocontrol — Delante de la cueva en la que se ocultaba, pasó una manada de ciervos y los atacó sin pensarlo. Ahí descubrió un nuevo método, otra forma de vida en la que se podía considerar menos monstruo, más humano quizás. Después de todo muchas veces había ido de caza con su padre y había matado uno que otro animal para alimentarse, era básicamente lo mismo. Gracias a su dieta a base de sangre animal, sus ojos perdieron el color escarlata normal en los vampiros, en cambio tomaron el color dorado que poseemos hoy en día, eso le ayudó a pasar desapercibido entre los humanos, a no tener que esconderse como los demás. Debido a la situación en Chicago y a las pocas probabilidades de sobrevivir allí decidió buscar nuevos rumbos, así que tomó valor y cruzó el océano pacífico nadando, para...

YOU ARE READING
Entre el Crepúsculo y el Amanecer [Edward x Jacob]
FanfictionPara nadie es un secreto que Jacob Black odia a Edward Cullen. Lo ha odiado siempre, porque está en su naturaleza el odiarlo, pero ese sentimiento se incrementó cuando el vampiro se interpuso entre el amor de Jake por Isabella Swan. Él no se ocupa...