Capítulo 11" De Gymnaste à Infirmière"

141 11 0
                                    

Aesop Carl

Me levanté más temprano de lo usual, y como ví que mi esposo seguía dormido, pensé en hacerle el desayuno, él siempre lo hace por mí, es hora de que le devuelva favores, una vez que logré salir de la habitación sin hacer ruido, bajé a la cocina, sé lo mucho que le gustan las tostadas francesas y ama el chocolate, así que las hice, él tiene su desyuno y yo el mío, por lo general suelo comer huevo, tomar avena en un tazón, fruta y jugo, hasta en ocaciones si me da mucha sed, me tomó un jugo, y si, a veces tomo 2 líquidos a la vez, pero me gusta.

Pensé en comer acá en la cocina, ya que para mí, tardo un poco en hacerlas, así que por mi lado voy desayunando y haciendo, una vez que estuvieron listas y terminé, subí con todo a la habitación, traté de despertarlo, pero se me hace raro que esté tan profundo, después de todo Joseph tiene el sueño menos pesado que yo...

Aesop: Amor....¿estás bien?- cuando salió de las sábanas, no se veía bien, estaba sudando y tenía las mejillas muy rojas, juraba que se había quemado la cara, toqué su frente y retiré la mano inmediatamente, fuí por el termómetro y el tensiómetro, primero verfiqué su temperatura, quedó en 39°, me empecé a asustar, y cuando le tomé la tensión...140/85...está elevada- no lo entiendo....¿qué pasó?- primero dejé que comiera, después de eso le dije que bajara hacia el carro.

Joseph: Amor, ¿qué haces?

Aesop: Iremos al hospital- trató de detenerme, pero para mí nada es más importante que la salud, además estoy hablando de mi esposo, de mi alfa, esto no lo voy a dejar pasar- rápido.

Joseph: Pero, ¿qué hay de tus rutinas?

Aesop: En la noche puedo hacerlas, tú eres más importante en este momento-conduje lo más rápido que pude, una vez que llegamos nos a tendieron por emergencias, me alegro de ser deportista, me llevan con los mejores médicos, y como ahora estoy casado eso incluye a mi alfa, entramos en el consultorio y esperamos a la doc- descuida, ella es buena, sabe lo que hace.

Joseph: Como digas- lo abracé, de verdad tengo miedo por él, ayer estaba en perfecto estado, no lo entiendo.

Emily: Hola Aesop, ha pasado tiempo- le conté del asunto y dejé que le hicieran exámenes, nos tocó esperar mucho, ya llevábamos casi...5 horas, lo hospitalizaron, ya que no sé que fue lo que le pasó, ahorita se ve mejor, pero...me da miedo que pueda empeorar- ya tengo los resultados, pudo haber sido algo de su rutina diaria o algo así, porque la fiebre, no conocemos la razón del porque, pero con respecto a su tensión, fue por el efecto de esta.

Joseph: No lo entiendo...

Aesop: Amor, cuando te da fiebre, sientes frío y tiemblas, ¿verdad?- asintió con la cabeza- como el cuerpo, supuestamente está frío, eso hace que los vasos sanguíneos se estrechen, aumentando la presión arterial por que se necesita presión para forzar la sangre a través de las venas y arterias estrechadas.

Joseph: Ok...¿voy a estar bien?- acaricié su cabeza y él tomó mi mano, él odia estar lejos de mí, no le gusta.

Emily: Si, pero deberás quedarte por esta semana, sería lo apropiado, así evitaremos accidentes- ella se fue y me quedé con él un rato.

Joseph: ¿Vendrás todos los días?

Aesop: Eso se responde solo, amor claro que si, eres importante para mí- junté mi frente con la suya y dejé que mi aroma lo calmara.

Joseph: Gracias mi omega- se escondió en mi cuello y pasé toda la tarde con él, cuando llegó el momento de irme fue duro, por mí, será raro que no esté en casa, pero para él, será como si me fuera para siempre, ya verás que será poco tiempo mi amor.

Joseph Desaulniers

Una vez que pude regresar a casa, dejé que Aesop me cuidara, me tocó trabajar en casa en estos días mientras me vuelvo a estabilizar, y solo trabajo mediodía, voy con Aesop a sus entrenamientos y lo veo, mi propio omega no me deja manejar, no me deja salir solo... ¿qué diría mi abuelo?, creería que estoy loco, pero sé que lo hace por mi bien, Aesop quiere que esté bien.

Aesop: ¿Cómo te sientes?- me tomó temperatura y tensión, al parecer estoy mejorando bastante, pero Aesop previene..- bueno al parecer ya estás bien..¿fruta?

Joseph: Gracias- he cambiado algunos hábitos, entre esos dejar de comer azucar, haré ejercicio más seguido y empezaré a comer más sano, ya no soy jóven, debo cuidarme bien si quiero vivir toda mi vida con mi omega- ¿cómo te fue hoy?

Aesop: Bien, hoy fue un buen día- recostó mi cabeza en su hombro y yo lo abracé- ¿y tú?

Joseph: Bien- pensamos en dormir algo temprano, cuando sentí que él estaba a mi lado, me sentí feliz, no pude dormir bien cuando estaba hospitalizado, me visitaba todos los días, pero, no es lo mismo que despertar en mi cama, con mi omega durmiendo a mi lado, ver su sonrisa y que me dé un beso, además odié tener esos tubos en mis venas, me dolío mucho, Aesop besaba mis manos y me consentía, pero no es lo mismo...

Unas horas después...

Desperté y Aesop estaba subiendo, veo que ya es hora de cenar, me encanta cuando cocina, yo cocino bien, no voy a negar ersa parte, pero él tiene algo que hace que todo le quede delicioso, según él lo hace como siempre, pero para mí, es como si estuviera en el paraíso, de verdad amo que cocine, y mejor, porque solo lo hace para mí.

Hasta el próximo capítulo....

Ya regresé y estoy bien, ahora si sigamos con esta historia.


Mon OmegaWhere stories live. Discover now