capitulo 12

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*Narra Ethan*
-Ya esta! No quiero saber mas! – dije harto, levantándome del sillón. Odiaba que todos los domingos hagan la misma historia de que mis padres se sienten enfrente mio y me pidan disculpas, de que servía si las iba a volver a repetir.
-Hijo.. por favor entiéndeme, yo trabajo mucho por eso estoy tanto tiempo afuera- dijo mi mama, con los ojos cristalizados, odiaba verla llorar. Pero mas odiaba que me mienta en la cara. 
-Lo se mama. Es tu vida no la mía –dije caminando para la puerta. 
-Jovencito vuelve que tu madre te esta hablando! No seas maleducado!! – dijo mira padre parándose, lo mire. Mi madre ya había roto en llanto. – mira lo que le haces a tu madre! 
-Justo yo no hago nada. Por eso esta familia esta así – dije para luego salir, camine por las frías calles. Metí mis manos en los bolsillos del pantalón, intentando que el frio no golpee contra mi cuerpo. Cuando se cansarían de mentirme así? Me senté en la vereda ya lejos de mi casa. Enfrente mio había una parada de autobús con una mujer diría de unos treinta y pico. Fumando. Mierda necesitaba un cigarrillo, me pare y fui en busca de mi ‘droga’.
-Disculpe tendría un cigarrillo para darme, es que me he quedado sin – dije la mujer me miro, tenia los ojos celestes y un pelo hasta los hombros, con las puntas claras, pero originariamente castaño claro. Ella sonrió.
-no eres un poco joven para fumar? – dijo sonreí de lado.
-y usted no es muy linda para estar sola? – dije levantando una ceja, la mujer rio algo sonrojada, busco en su bolso y saco un paquete para darme un cigarrillo, lo agarre, luego me paso el encendedor y lo prendí, di una gran pitada, para luego botar el humo.-gracias, soy Ethan – dije, ella sonrió coqueta.
-soy Caroline – dijo me lleve el cigarrillo nuevamente a la boca y aspire el humo para luego exhalarlo.
-Vuelvo a preguntar... que hace una mujer tan linda sola, con este frio – ella sonrió complacida –
-Esperando el autobús, no tengo un novio que me pueda llevar a mi casa – dijo burlona, levante una ceja.
-entonces... si estas disponible, que te parece si te invito un café? – ella sonrió, para luego morderse el labio.
-claro por que no – dijo parándose, ambos nos dispusimos a caminar.

[Narra Paulette]
La llamo o no? Dios... realmente la extrañaba, no podía dejar de dar vueltas en mi cuarto con el teléfono en la mano. Se acordara de mi?... de seguro me mandara al diablo por no haber contestado sus llamadas en su momento. Tome una fuerte bocanada de aire y marque el numero que tanto me sabia de memoria. Piiiiip, piiiip, piiiip, estaba hecha un manojo de nervios.
-Hola? – se escucho del otro lado era ella, ya que tenia una voz particular, levemente ronca, trague

-Hola Santana? – intente sonar clara, pero mi voz sonó casi temblorosa-
-Si quien habla? – dijo ella con su particular indiferencia-
-Paulette? – dije de repente, un silencio del otro lado se hizo presente-
-que quieres? – dijo de mala gana, podía sentir que estaba lastimada.-
-quería saber… como estabas- realmente eso era lo que se me había ocurrido en el momento... pero algo era algo-
-Dudo que te importe ya que desde que te cambiaste de colegio y te mudaste, nunca contestaste mis llamados. Ni siquiera sabia donde habías ido a parar, pero por si te importa – dijo de mala gana –estoy perfecta, se te ofrece algo mas? – dijo irritada. No sabia que decirle, realmente le quería decir todo lo que la había extrañado y lo que mi vida había cambiado.
-Si. Te extraño mucho, extraño a mi mejor amiga – me interrumpió
-Te diste cuenta tarde Paulette! – dijo. Explote
-Pero vos viste todo lo que me ocurrió! No podía volver al colegio! No quería remover lo que me paso. Y pensé que si me alejaba de todo, completamente de todo, incluyéndote. tal vez… solo tal vez.. borraría la humillación. Pero ya paso 1 año y me di cuenta que –quede en silencio – perdí a mi mejor amiga – dije con un hilo de voz, ella suspiro.
-Lo tuviste que haber pensado antes – dijo con su típico tono de ‘se te paso el tren’ conocía a Santana, y era una chica ruda. Pero en el fondo sabia que me extrañaba.
-Bueno.. me alegro que estés bien – dije casi en susurro, ella suspiro-
-Mañana En el Starbucks de la calle Brucling, a las 5. No llegas a estar ahí. Y ni te molestes en llamarme devuelta – dijo fría.
-Estaré ahí – dije sonriendo de felicidad.
-adiós- dijo , pero antes - solo para que no te sientas mal… yo también te extrañe – para luego cortar. Santana fue mi mejor amiga de chicas. Ambas éramos las ‘populares’ Siempre estuvo al lado mio. La mayoría del instituto quería juntarse con nosotros para 'pertenecer'.
Todos los demás eran ‘amigos’ de plástico. Pero nosotras dos éramos mejores amigas de sangre. Santana era la ruda y cruel, mientras que yo era la simpática y alegre. Aunque ambas nos queríamos incondicionalmente, hacíamos un gran dúo, hasta que ocurrió lo de James. Y me borre completamente del mapa cuando mi padre opto por mudarnos tras la muerte de mi madre.

Mas alla de lo que vesWhere stories live. Discover now