capitulo 18

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Las ideas no se juntaban en mi cabeza, al tenerlo tan cerca. Su perfume varonil me hipnotizo. Sus fuertes brazos estaban apoyados en la pared, de cada lado. Sus perfectos ojos estaban fijos en los míos. 
-no me gusta como la trataste, por más que sea una idiota – dije con voz prácticamente en susurro, el sonrió de lado, dejando ver unos perfectos dientes blancos.
-se cómo tratar a las mujeres, las que son como ellas se las trata así – dijo ya casi a solo centímetros de mi rostro.
-¿cómo ella? ¿Acaso calificas a las mujeres? –dije intentando sonar ruda, pero para mí mala suerte, sonó débil- una mujer enamorada, es una mujer enamorada. No hay más ciencia.
-Ella no esta enamorada, le gusta creer que le pertenezco – dije serio, siempre tenía el mismo problema con los celos de Susan.
- no me mientas, Malik – dijo levantando una ceja, me mordí el labio inferior acercándome a su oído- 
-No tienes una idea de cómo me calienta que me digas Malik – dije en un susurro casi audible, cambiando radicalmente el tema.
Sentí mi cuerpo erizarse y un cosquilleo en mis senos me saco de mis casillas. El pareció notar mi inestabilidad ante su comentario, rápidamente choco sus labios contra los míos, pegándose mas mi cuerpo. Abrió paso a su lengua mientras sus manos bajaban por mis brazos, hasta llegar a mi cintura. Su dulce sabor invadió toda mi boca, sus labios eran suaves y su lengua era una experta. Me sentía pequeña enfrente a él. No debía estar haciendo esto. ¿Pero qué más da? Tenía alcohol en sangre, y ganas no faltaban. El apretó mi cintura contra su ingle dejándome sentir como esta comenzaba a tomar vida. Sentí un escalofrió. Mientras mi cuerpo comenzaba a agitarse, pase mis manos por su cuello, atrayéndolo mas a mi para profundizar el beso. Este se volvió frenético, nuestras lenguas parecían bailar tango juntas y nuestras cabezas se movían de lado a lado. Sus manos bajaron a mi trasero, masajeando lentamente. Bajo sus boca a mi cuello, dejando besos húmedos. Un suspiro salió de mis labios. El se centró en una parte de mi cuello succionando levemente, sabía que eso me iba a dejar una marca. 
-mm no – dije en un susurro junto a un suspiro, el rio levemente- 
-Quiero que quede una marca de este momento- dijo para seguir con su trabajo, subió sus besos por mi cuello, hasta mi mentón, para luego volver a besar ferozmente mis labios, paso sus manos a mis muslos, acariciándolos, nuestras respiraciones se agitaban más y más. Pase mis dedos por los rulos de su nuca, mi cuerpo no me respondía. hice una llave en su cadera, el me pego más contra la pared. Dejando en evidencia su gran excitación, sentía una electricidad por todo mi cuerpo- me estas volviendo loco – dijo en susurro arriba de mis labios, mientras me miraba a los ojos.

Volvimos a pegar nuestros labios, sentía la necesidad de pegar su cuerpo más contra mí, pero ya no había más espacio. Se separó un poco de mis labios

–vamos – dijo en un susurro, mientras caminaba conmigo agarrada de su cintura y volvía a atacar mis labios lentamente, abrió una de las puertas. Para luego cerrarla con el pie y seguir su labor con mis labios. Luego sentí una superficie blanda en mi espalda, estábamos en una cama. Separe mi rostro del suyo para mirarlo en la oscuridad, que por las cortinas se filtraba un poco de luz de la luna, dejando ver nuestros rostros con claridad. Su rostro se veía más atractivo de lo normal con este tipo de iluminación, la música se escuchaba de fondo y a lo lejos.
-¿Dónde estamos? – pregunte en voz baja, mientras rosaba mis labios con los suyos.
-En la habitación de los padres de Robert – dijo en un susurro con voz ronca que me hizo estremecer, mientras acariciaba mi mejilla tiernamente, volvimos a juntar nuestros labios, comencé a levantar su remera, el levanto los brazos y por fin la fina tela había salido de mi alcance, nos dimos vuelta quedando yo arriba de el, pase mis manos por su caliente piel, sintiendo cada musculo de su pecho. Aunque en mi mente solo aparecían las mismas preguntas continuamente. ¿Aquí, en la cama de los papas de un chico del colegio? ¿ cómo una más? ¿Otra vez vas a hacer lo mismo?. La cosa volvió a subir de temperatura, un gruñido de parte de Ethansalió de sus labios, subiendo más mis hormonas. El beso seguía cada vez más rápido, las manos de Ethan me quemaban en las partes donde el acariciaba. Un gemido salió de mis labios cuando Ethan comenzó a bajar el vestido y besaba la loma de mis pechos. Pero no podía seguir haciendo esto, por más alcohol que allá tomado o por cuanto quería. No debía.
-No Ethan– dije en un suspiro, pero el no paro siguió besando mi hombro con dedicación, cada vez se me hacía más fácil parar- Por favor EthanPara. –dije en un débil sonido, el paro y me miro, lo mire con pena- no puedo hacerlo, por lo menos no aquí – dije agitada, el sonrió de lado. Y beso mis labios cortamente. Aunque parecía frustrado. Se estaba por levantar, pero lo di vuelta antes, quedando nuevamente arriba de él. Una idea se cruzó por mi mente, gracias al recuerdo que tenia de lo que había dicho Susan. –Por ahí no podamos hacerlo, pero... ayudarte – dije pasando mi mano por su fuerte pecho, siguiendo por su vientre hasta llegar a la hebilla del cinturón, el me miraba mis acciones, veía como su pecho desnudo subía y bajaba agitadamente pero sin perder la tranquilidad que tanto lo caracterizaba, me mordí el labio inferior. Para luego repartir besos sobre su pecho, comencé a desabrochar el cinturón de su jean. Pase mi mano por arriba de su excitación por arriba del jean notoriamente excitada. Un gruñido volvió a salir de sus labios. Pero luego se tensó.
-Paulette– dijo Ethan, subiéndome hasta su altura, para que lo mire a los ojos, lo mire confundida- No quiero que lo hagas. No me parece justo que yo quede con el placer y tú no. –lo mire levantando una ceja, ¿acaso creía que era estúpida? Me estaba rechazando- aparte estas ebria, no quiero que lo hagas estando ebria.
-no lo estoy! Pero claro... para tener sexo no te importa que este ebria – dije frunciendo el ceño y separándome de el, para luego sentarme en la cama mirándolo como una fiera, el seguía en su misma posición. Se veía tan apetecible, con su torso al aire libre, y el cinturón abierto. Junto a una mirada de deseo indescriptible. Sus labios estaban levemente hinchados y su mirada brillaba, Los rulos estaban levemente despeinados.
-Se me cruzaba por la cabeza que esto estaba mal. Pero hasta que no me paraste no me di cuenta – dijo serio, me sentía una idiota, me subí bien mi vestido y camine hacia la puerta, pero él me sujeto del brazo- no me malinterpretes, quiero que esto pase. Pero quiero que ambos estemos lucidos. – me di vuelta enojada- 
-Desde cuando te preocupa la lucidez? E escuchado cosas de ti peores – dije enojada, el apretó su mandíbula-
-Esto es diferente- dijo tranquilizándose- 
No te preocupes, ESTO no volverá a ocurrir! – dije de mala gana, para salir de esa estúpida habitación, me sentía una patética imbécil niñita.

Mas alla de lo que vesWhere stories live. Discover now