Capitulo 34; Puedo confiar en el

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Mariana permanecía sentada frente a su aparador cepillándose el pelo, no podía dejar de recordar el encuentro con José  Vio reflejarse en el espejo como la puerta de su habitación se abría y el entro sonriente

-Buenos días –José se lanzo a la cama sonriente -¿Cómo te encuentras?

-Muy bien –Mariana se giro para observarle con una sonrisa -¿Y tu? ¿Ya hablaste con Martín?

-No, aun no me ha dado la charla –Guiño el ojo mientras encogía los hombros

Dos golpes en la puerta y esta se abrió despacio para dejar paso al rostro de Martín

-¿Se puede? –entro a la habitación tras el asentimiento de Mariana, después observo a José con el ceño fruncido -¿Qué estas haciendo aquí? Tienes que ser mas respetuoso, aquí no puedes tratar a Mariana como una mas

-No pasa nada –ella se levanto sonriente del asiento –Vosotros sois mi gente, mi familia

-Aun así debe guardar las distancias, no estamos en el campamento –Martín apunto a José con el dedo –En España, donde el debería estar

-No seas tan pesado –José se levanto de la cama sonriente –Mariana ¿A que me has echado de menos?

-Pues si, eso no puedo negarlo –Mariana le abrazo cariñosamente –Y no quiero mas discusiones

-Esta bien –Martín suspiro y después les mostró una carta –Es un aviso del gobernador, para que asistas a la fiesta de mañana en la noche, para anunciar vuestra boda en una semana

-¡Una semana –José la miro asustado -¡¿Estas loca?  ¡No puedes casarte con ese hombre

-Claro que no –Ella suspiro –Leo llegara pronto, seguramente hoy o mañana

-Solo tenemos que pasar desapercibidos y planearlo todo –Martín miro a Mariana –Pero tienes que asistir a la fiesta

-¿Y por que no usáis la fiesta? –José sonrió –Nadie lo esperara y el gobernador estará desprevenido

-Si, es fantástico –Mariana sonrió, quizás que José viniera era lo mejor que pudo pasar

-¿Y como vamos a avisar a Leo? –Martín frunció el ceño -¿Cómo conseguiremos planearlo todo?

-Mandando a alguien a su encuentro –José miro a Mariana -¿Qué opinas?

-Se en quien puedo confiar para ello –Ella camino hacia el despacho decidida

Una vez sentada en el escritorio del despacho comenzó a escribir una carta para Leonardo

Mi querido Leonardo, te ruego confíes en el hombre que te entrega esta misiva porque yo si lo hago

 

El juego del destinoWhere stories live. Discover now