Capitulo 5; Compromiso

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Jorge se llevo toda la noche pensando en como proponerle a Mariana matrimonio, extraño, pensando en la proposición cuando no era mas que un trato  ¿Aceptaría ella? No podía dejar de pensar en su reacción y en su respuesta ¿y si se negaba?, tendría que regresarla a su prometido y dejar que el la poseyera, que la hiciera suya. 

En la mañana bajo a desayunar junto a su padre, sin cambiarse, en pijama, después se bañaría y vestiría para ir a la cueva.  Hablaría con Mariana sobre casarse no sabia porque pero estaba realmente nervioso.

-Hijo ¿sigues con esa absurda idea? –Miguel hablaba a su hijo mientras tomaba un sorbo de café.

-Si, padre –Jorge se levanto de la mesa tras tomar su desayuno – Y algo me dice que me saldré con  la mía.  Por cierto, si todo sale según lo planeado, hoy mismo traeré a la señorita Cortes y su tía a la Hacienda.

Después subió las escaleras de nuevo dirección a su habitación, tomo un baño tratando de calmarse y se vistió.  Salio a las caballerizas en busca de su caballo y llamo a sus amigos, Gabriel, Raúl y Fernando, los cuales le miraban precavidos.

Cuando llegaron a la cueva, aun era temprano, pregunto a Tomas por Mariana y este le dijo que estaba descansando.  Sin decir nada mas se dirigió al interior de la cueva

-¿Qué pasa? –Santiago pregunto a Gabriel, conocía muy bien a Jorge y sabia que estaba tramando algo

-No te lo vas a creer –Gabriel miraba la dirección por donde había desaparecido su jefe pensativo –El jefe piensa casarse con Mariana

-¡¿Qué? ¿Qué?  -Tomas y Santiago gritaron al mismo tiempo

Jorge camino hacia el interior de la cueva en silencio y se encontró con Mariana y su tía recostadas en la paja y dormidas.  Despacio se acerco a ellas y se quedo observando a esa hermosa mujer, ese ángel rebelde que había nublado sus pensamientos  ¿Realmente seria capaz de tener a esa mujer en su cama sin tocarla? ¿en su cama? Estaba pensando en dormir con ella, claro, todos debían pensar que su matrimonio era autentico ¿o era solo una excusa para tenerla cerca?

-¡¿Qué hace usted aquí?  -Mariana se sobresalto al abrir los ojos y ver a ese hombre tan cerca, observándola

-¿Qué pasa? –Leonor se incorporo de inmediato, alertada por el  grito de su sobrina

-Tengo algo que hablar con tigo –Miro a Leonor y le señalo la puerta –Salga con mis hombres por favor

-No –Mariana se levanto desafiándolo –Mi tía se queda

-De acuerdo –El sonrió –Ya he decidido que hacer con ustedes

-¿Y bien? –Ella se mantuvo en su lugar, sin pestañear

-Te casaras con migo –lo dijo rápido y mirándola fijamente y pudo ver la sorpresa en sus ojos

-Oh Santo Dios –Leonor se apoyo en la pared, sorprendida

El juego del destinoWhere stories live. Discover now