Capitulo 37; Ser felices

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Mariana abrió los ojos despacio, estaba algo mareada, trato de incorporarse en la cama pero unas manos la detuvieron

-Tranquila –El galeno la observaba con el ceño fruncido –Recuéstate

Al mirar a su alrededor se dio cuenta de que estaba en su habitación y todos estaban en ella, alrededor de la cama, mirándola preocupados

-¿Qué ha pasado? –Pregunto mirando a Leonardo que estaba sentado junto a ella

-Te desmayaste –Martín respondió desde los pies de la cama -¿Cómo te encuentras?

-Estoy algo mareada –Mariana siguió con la vista la cara de preocupación de cada uno, su tía, Serafín, Ana, Martín, Leonardo, Gabriel, su padre y por ultimo Jorge  El la miro a los ojos y después desvió la mirada hacia su mano y frunció el ceño, Marina miro su mano y se dio cuenta de que Tano se la tenia agarrada

-Es mejor que todos salgan –El galeno abrió la puerta –Voy a reconocerla

-¿Estas bien? –Tano le pregunto en voz baja, sosteniendo su mano

-Si, no te preocupes –Ella sonrió –Sal con los demás

-Estaremos fuera –Leonor miro a su sobrina mientras caminaba hacia la puerta

El galeno suspiro después de que todos salieran y cerro la puerta, al darse la vuelta se dio cuenta que Serafín permanecía junto a la cama

-Dije que salieran todos –El galeno la miro con el ceño fruncido –Tengo que hablar a solas con Mariana

-Pues yo no me marcho –Serafín se sentó en la cama junto a ella –Soy mujer y se perfectamente lo que estas pensando

-¿De que están hablando? –Mariana les observo confundida

-Mariana, necesito que respondas algo –El galeno se acerco y le tomo la mano –El gobernador y tu

-¡No! –Ella le miro confundida –Claro que no, no permitiría que ese hombre me tocara

-Bien –El suspiro aliviado –y ¿tu?

-Oh por Díos –Serafín tomo la mano de ella –El galeno quiere saber si existe la posibilidad de que estés embarazada

El silencio se hizo en la habitación mientras Mariana permanecía inmóvil en la cama, su mano comenzó a temblar y se la llevo al vientre mientras lagrimas comenzaban a brotar de sus ojos

-Tranquila preciosa –Serafín poso la mano sobre el vientre de ella –Todo va a estar bien

-Tuve la sospecha de que era eso cuando te desmayaste en la plaza –El se sentó al otro lado de la cama –Pero con todo lo que estaba pasando no tuve tiempo de hablar con tigo de ello

El juego del destinoWhere stories live. Discover now