El juego del destino

Capitulo 36; Olvidando el pasado

-¿Qué tal has dormido? –José miraba sonriente a Mariana desde la entrada a la casa

-Mas que tu por lo que veo –Ella sonrió y bajo las escaleras

-Hay mucho que celebrar –El galeno salio del salón con una botella en la mano -¿No te parece?

-Mariana –Ana corrió hacia ella sonriente y la abrazo –Vamos a la fiesta

-Tengo mucho que agradecerte –Serafín camino hacia Mariana y le tomo las manos –Estamos aquí gracias a ti, salvaste nuestras vidas sin dudarlo y te arriesgaste por nosotros

-Yo os puse en peligro –Mariana se limpio una lagrima de la mejilla –Y soy yo la que tiene que agradecer  Me acogisteis en España como una mas de la familia

-Eres de la familia preciosa –Serafín sonrió –Eres como una hermana para Martín, por lo tanto tambien eres como una sobrina para mi

-¿Hablando de mi? –Martín camino hacia ellas y su prima, Ana se lanzo a abrazarle

-Estaba comentando a Mariana que se nota que os queréis –Serafín miro a su sobrino con complicidad

-Si pero tampoco tanto eh –El soltó a su prima en el suelo y miro a Mariana de reojo –No deja de ser una niña caprichosa y mimada

-Y vuelta a las discusiones –El galeno rió –Ya me parecía a mi raro tanta tranquilidad

-Podríamos dejar de hablar –Ana se planto en el centro de la habitación -¡Estamos de celebración! ¡Vamos a bailar!

-Estoy de acuerdo –Martín sonrió y le tendió el brazo a Mariana -¿Vamos?

-¡Tarde! –José tomo a Mariana de la mano y tiro de ella hacia la salida

Todos estaban bailando animadamente cuando el carruaje en el que viajaban Leonor, Miguel y Jorge apareció, seguido de los muchachos en los caballos

La noche anterior en cuanto llegaron a la Hacienda, Jorge pidió explicaciones a Gabriel y se quedo sorprendido cuando este le contó todo

-Buenos días –Martín se acerco al carruaje –Bienvenidos a la fiesta

-Se ve muy animada –Leonor bajo del carruaje y le abrazo -¿Cómo esta mi sobrina?

-Mariana esta bien Madrina –El sonrió –Ahora lo entienden todo ¿verdad?

-Si, lo entendemos –Miguel se situó junto a su esposa –Pero podríais habernos pedido ayuda

-Lo mejor es que nadie supiera nada –Martín miro a Jorge que le observaba en silencio

-¿Y Mariana? –Santiago pregunto buscándola por todos lados