第十六章 ─ 𝐪𝐮𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐨

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ᴅɪᴇᴄɪsᴇ́ɪs           

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ᴅɪᴇᴄɪsᴇ́ɪs
    
      

Me muero de hambre, fue lo único que pensó ________________ mientras hacía la tarea.
     
        

Sus tripas podrían desintegrarse de las repetidas veces que ya habían rogado por alimento. Él mismo se sentía tan hambriento que se mordía los labios buscando masticar la deliciosa piel que se caía naturalmente (no es que sea caníbal, todo tercermundista debe conocer el sentimiento de comerse los pellejos de sus propios labios).
      
          

Tomó su botella de agua, y le dio un último trago antes de acabarse su única fuente de alimento. Esta dieta de agua no funciona, 0/10, no lo intenten amigos, pensaba sarcástico el chico.
     
      

Estaba tan molesto por haber terminado su tarea tarde sin haber comido o descansado —viendo las funas estúpidas en Twitter desde su celular— que prefirió irse a dormir directamente, no querría cruzarse ahora con Amón o su tío.
    
        

Guardó sus útiles escolares en su odiaba (y secretamente amada) mochila, y luego la aventó dentro de su clóset sin importarle las consecuencias —algo usual en el protagonista—, sin notar el sonido de algo quebrándose dentro de la dichosa mochila.
        
        

Al apagar las luces de su lámpara, se percató de que su habitación estaba inusualmente oscurecida, era extraño teniendo en cuenta que la luz de la Luna y los postes de luz que adornaban toda la cuadra podrían iluminar su cuarto sin problemas.
       
        

Entonces escogiendo puntos fijos en la oscuridad, logró identificar que algo se movía dentro de su armario.
     
      

── La puta que me parió ──soltó por instinto, ya sabiendo que algo había hecho mal. ── Sal de ahí, no tengo toda la noche, ¿ sabes ? ──Llevó sus dedos al puente de su nariz, regañándose mentalmente por la estupidez que había hecho.
     
       

Sabía que esa madre tenía caducidad. Ya se rompió el frasco donde estaba la sombra pendeja, maldita sea, esa mochila no protege de nada, el del tianguis le mintió a mi mamá, pensaba disgustado, notando en poco tiempo que del clóset salía una mano esquelética mucho más oscura que las sombras.
       
        

El peli-__________ rodó los ojos, el ente maligno se estaba tomando su tiempo para abrir un «puto clóset». Lentamente la puerta dejó ver el "rostro" del hombre sonriente que había sido contenido en un frasco de mermelada.
     
       

── Al fin, soy libre ──se burló, mirando al adolescente que se aburría de sus intentos para espantarlo.
    
      

── ¿ Ya ? ──Colocó una de sus piernas sobre la otra, recargando todo su peso sobre sus manos e inclinándose levemente hacia atrás.
     
        

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