第二十三章 ─ 𝐡𝐨𝐠𝐚𝐫, 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐡𝐨𝐠𝐚𝐫

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ᴠᴇɪɴᴛɪᴛʀᴇ́s            

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ᴠᴇɪɴᴛɪᴛʀᴇ́s
     
      

Recostado en su cama, su mente estaba llena de dudas.
       
          

__________________ ha pasado los mejores meses de su vida en otro mundo, como si estuviese de vacaciones. Iba a la escuela, aprendía cosas nuevas, conocía criaturas increíbles. El único pesar que se asomaba eran probablemente los recuerdos pasados en su hogar.
        
         

Extrañar a su madre era normal, irse sin decirle una sola palabra angustiaba su corazón.
      
        

Hablemos de la rutina de un aprendiz.
     
      

Descansar en el día y trabajar en la noche, a veces no hay tiempo de dormir. Entrenamientos nocturnos, ojos vendados y golpes. Leer, odiaba la lectura obligatoria. Trabajar y vender, vender y trabajar.
      
          

Sus estudios como bruja habían sido pausados indefinidamente, llevaba meses sin estudiar —como debía hacer diariamente para una mejora— libros de brujería, sin practicar hechizos o maleficios, e incluso llevaba tiempo sin invocar demonios.
       
          

Si su madre se diese cuenta que su descanso se estaba extendiendo por demasiado tiempo, se enfurecería tanto como para encerrarlo en el sótano de su búnker lo que fuera suficiente para compensar aquella pérdida.
        
         

Ahora que lo pensaba, aquel búnker debía estar apestando en ese momento. Si su madre no estaba, y llevaba meses fuera de casa, entonces no habría nadie limpiando, lo significaba que cuando ella regresara y viera el desastre lo iban a regañar mucho.
     
      

Tragó saliva, ya era domingo, y tenía entendido que la próxima semana sería la preparación para los exámenes o proyectos. No iba a tener tiempo de limpiar, y le carcomía el corazón saber que ella podría llegar en cualquier momento.
    
       

Pero dudo que llegue hoy, pensó. Calculó sus posibilidades, y lo que tendría que traer.
    
     

Va a ser un viaje cansado, se dijo a sí mismo en su mente. Juan y Amón salieron a una cita, y lo dejaron solo en la casa, no podrían ayudarlo con tal cosa.
     
        

Se levantó, sentía una flojera increíble, su plan era descansar el fin de semana, después de gastar su energía haciendo una poción para salvarle la vida a Claudius, su cuerpo sufriría las consecuencias.
     
       

Ni hablar de la vez en la que el «gordo mamón» le quiso enseñar a nadar. Ese maldito gordo me las va a pagar, nada más que le diga a mi mamá y se va a arrepentir, pensaba.
    
      

Tomó la ropa vieja de su clóset, aquella que usaba antes de que su tío viniese a recogerlo. Se cambió con rapidez, no usaría esa ropa para nada más que pasar desapercibido en la ciudad, era un chico demasiado cuidadoso cuando se trataba de usar magia.
       
       

❝ Locos por el normie ❞ © ❱ GenderB!Monster High x Male!Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora