C A P Í T U L O - 10

783 109 44
                                    

El siguiente día, fue peor, pero no para mí, aquel pobre chico no podía tener paz ni un día.

El pasillo de nuevo estaba concurrido y era debido a que el "brillante" Young-Do había realizado una demanda contra el chico de lentes.

Y ahora él estaba pidiendo perdón e implorando que removiera la demanda.

Estaba un poco retirada de la escena, pero escuché perfectamente cuando el odioso le dijo al chico de lentes que se arrodillara y así lograría perdonarlo. Tomando en cuenta lo que había hecho ayer revelando mi secreto llevaba mucho coraje dentro de mí.

Al ver que el chico se arrodillo, cerré fuertemente mi casillero, logrando que varios me observaran.

Me acerqué y caminé hasta quedar frente a Young-Do. Él solo sonreía.

-Oye chico, levántate. -hablé.

El chico no me respondió, volteé a verlo.

-No dejes que este imbécil baje tu moral.

Varios chicos que estaban ahí rieron por cómo me dirigí hacia Young-Do.

De la nada, Kim Tan apareció a mi lado, acción que a todos nos tomó por sorpresa.

-Oye levántate.

-No lo hagas más complicado -habló bajo el chico. -Al final, eres igual que Young-Do.

-Entonces déjame pagarte de esta manera.

Y sorprendiendo a todos de nuevo, Kim Tan golpeó a Young-do. Me asusté un poco por el fuerte golpe y todos empezaron a murmurar, ¿qué se traían esos dos?

Luego un maestro llegó y yo solo me encargué de ayudar al chico a levantarse y salir antes de que el maestro llegara.

Vaya espectáculo, aunque ahora me agradaba más ese chico; Kim Tan.

~💫~

Estaba en la sala de estudio, sola. En otra mesa estaba Cha Eun Sang y el novio de Bona, eran amigos según las historias que mi amiga me estuvo contando.

Estaba totalmente feliz leyendo mi libro, cuando recibí una llamada de un número desconocido. Fruncí mi ceño con desconfianza, pero atendí la llamada.

- ¿Bueno?

-Zanahoria, que bueno que respondes. -Suspiré con desesperación.

- ¿Cómo rayos obtuviste mi numero?

-Tengo mis contactos.

- ¿Y qué quieres? -pregunté molesta.

- ¡Quiero comer jajangmyeon, pero no entregarán un solo tazón!

- ¿Y eso a mí qué?

- ¿Quieres comer un poco de jajangmyeon conmigo?

- ¡¿Qué?! ¿Estás loco? ¿Te enfermaste acaso? -pregunté ante su absurda propuesta.

-Estoy perfectamente bien, al final terminaras aceptando princesa.

-Sí, seguro. Voy a colgar.

- ¿Acaso aún no has visto a Joo Yung?

-Que tiene que ver ese pobre chico con nuestra conversación.

Hasta que alguien apareció frente a mi mesa y era él.

-Le dije que, si él podía hacerte venir aquí, podría retirar la demanda.

-Eres un idiota. ¿Cómo puedes hacer algo así? Sabes que vete al carajo. -y colgué.

Maldita sea Young-Do.

The Heirs - Royalty | Choi Young DoWhere stories live. Discover now