C A P Í T U L O - 12

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-Te estuve buscando por todas partes.

-Lo siento Bona. Quería irme a mi casa, pero recordé el taller de Myung-Soo y vine aquí sin que nadie supiera.

Me levanté, estaba recostada en el sillón.

- ¿Por qué estás aquí? -suspire.

-Tuve un pequeño problema con mi enfermedad. Me dio un ataque, pero ya estoy mejor.

- ¿Segura estás bien?

-Ahora sí. ¿Ya acabaron las clases? Creo que me quedé dormida sin querer.

-Sí, justo ahora finalizaron. ¿Quieres ir por un café?

-Me parece bien. Solo, iré a traer mi mochila.

Bona asintió y me acompañó.

Al estar ya en los pasillos, una chica amiga de Bona se acercó corriendo. Creo que se llamaba Ye Sol.

-Bona, Kim Tan y Young-Do están armando un espectáculo en los corredores.

¿Qué?

- ¿Qué dices? -preguntó mi amiga, ambas nos vimos con un poco de preocupación así que empezamos a correr hacia donde estaban esos dos.

Y efectivamente, al llegar ambos estaban siendo detenidos por otros chicos, y los dos protagonistas estaban demasiado golpeados. Hasta tenían sangre. Inconscientemente me preocupé por él.

La directora de la escuela llegó y empezó a regañarlos logrando que la siguieran para que así fueran a su oficina.

Tuvieron que seguir las órdenes y se fueron, luego todos también nos empezamos a ir.

-Oye Bona. Me debo quedar. Tengo que hacer algo antes.

- ¿Sucede algo? -preguntó con curiosidad.

-Nada realmente. Te invito a un café hoy. Quédate pendiente de tu teléfono.

Ella se emocionó y asintió restándole importancia a lo que me quedaría por hacer. Ya casi no se encentraba nadie. Así que aproveche para encaminarme a la enfermería.

Bien, no había nadie tampoco.
Empecé a buscar todo lo que necesitaba, gasas, alcohol y las curitas.

Empecé a escuchar voces en el pasillo así que acerqué mi oído a la puerta para lograr escuchar.

-No puedes usar esa carta. - ¿Kim Tan? –Porque sin ella, no eres nada. Porque no puedes hacerme nada.

- ¿Crees eso? –esa si era su voz.

-Si quieres confirmarlo, trata de usarla.

-Te arrepentirás.

-Inténtalo y haz que me arrepienta. Estoy listo para ser arruinado.

De repente ya no se escuchó nada, ¿será que se fueron?

Abrí la puerta para confirmar, pero solo Kim Tan se había marchado, Young-Do seguía ahí, así que aprovechando que estaba de espaldas, tomé fuertemente su brazo para entrarlo a la enfermería.

Él se asustó, pero al verme cambió su expresión a una de confusión.

- ¿Qué demonios...? –susurró, pero no dejé que terminara su pregunta ya que cerré la puerta y tomé sus hombros para obligarlo a sentarse en la camilla.

Él era más alto que yo, me costó que cediera a sentarse, pero al final lo hizo.

- ¿Qué te pasa? –preguntó.

-Vamos colabora. –me coloqué frente a él, para tener una mejor visión de su rostro, suspiré, si estaba lastimado, no sé porque me preocupaba, quizá quería pagar el favor de hoy en la mañana.

Empecé a tomar las cosas que ya había preparado así que tomé el algodón junto con el alcohol, al tenerlo, me acerqué a Young-Do y acerqué mi mano a su rostro, pero él me detuvo en el camino.

Colocó su mano sobre la mía fuertemente, y el frunció su ceño.

- ¿Qué haces? –preguntó lentamente.

-Déjate ayudar. –susurré, soltando su agarre y así poder empezar a limpiar la herida de su mejilla, él hizo un pequeño gesto de dolor, por lo cual traté de hacerlo con más cuidado.

Al terminar coloqué la pequeña curita en su mejilla, luego seguí con la herida que tenía en su ceja, y por ultimo finalice con su labio.

Lo hice con mayor cuidado ya que era una zona más sensible. Coloqué mi mano en su rostro, y me acerqué más. Al terminar de desinfectar tiré todos los algodones, y por ultimo agarre el bote de la crema para aplicársela.

Tomé un poco con mi dedo y empecé a aplicarlo sobre su labio, él no había mencionado ni una palabra desde que empecé, por interés llevé mi vista a sus ojos, estábamos más cerca de lo usual. Regresé mi vista a sus labios y pude apreciar un pequeño lunar que estaba en su labio inferior.

Tragué saliva y me alejé rápidamente.

-Bien. Ya no te debo nada. –susurré sin verlo.

Me iba a ir, pero él tomó mi mano y jalo de mí, ahora quedando en medio de él y demasiado cerca. Muy cerca.

- ¿Por qué lo haces?

-Ya te lo dije, pago mi deuda. –susurré.

Él acercó su mano a mi cuello para retirar mi cabello, de nuevo me sentía nerviosa. Coloqué mis manos en sus hombros para alejarme de él. Tomé mi mochila, la cual estaba en el suelo y salí.

No podía soportar el sonido acelerado de mi corazón. Corrí por el pasillo para poder salir rápidamente de la secundaria.

Y al final logré respirar.

Marqué al número que estaba en la pantalla de mi teléfono. 

-Bona, nos vemos en una hora. –y colgué.

Debía hablar con alguien sobre esto.

~💫~

-Quizá te gusta.

- ¿Qué? Estás loca.

-Recuerda lo que te dije cuando nos conocimos.

-Sí, pero eso no sucederá. Quizá lo odio, pero un poco menos desde que me ayudó. Ay no lo sé.

-Amber, y si realmente te gusta. Ya sabes, solo piensas en él todo el tiempo.

Fruncí mi ceño.

-Eso no es verdad. –cruce mis brazos.

-Claro, lo que digas. Por cierto, necesito ir a comprar otro bolso, ya me aburrí de este. Acompáñame.

Accedí ante su petición, solo que ahora mis pensamientos estaban en otro lugar y no prestaba atención a lo que estábamos realizando.

Lo que tengo claro es que odio a Young-Do, pero también me intriga saber de su vida, quizá debía ser entendido por alguien y nadie se atrevía.

Así que yo podía arriesgarme a ser ese "alguien" para poder conocer quien realmente es.

Solo no quería que mis sentimientos cambiaran en el intento. 

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Una actualización temprana.

¿Quién creen que caerá primero? 👀

Esperen pronto actualización, Gracias por leer. 👑❤️

The Heirs - Royalty | Choi Young DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora