C A P Í T U L O - 43

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Miércoles

El día de la exposición de Luca, todo fue fenomenal, no era ninguna competencia, pero sin duda él fue quien más destacó. Algunas universidades le entregaron un volante con una hoja especial para que se inscribiera ahí, estaba orgullosa de él.

Ayer, no hicimos nada, hoy pues Luca fue a la escuela, Stefany y Simon fueron a trabajar y yo fui a un centro comercial para matar el tiempo, era difícil hablar con Bona, porque no coincidíamos con los horarios, porque pues estábamos en distintos continentes, pero hablábamos por mensaje de texto lo más que podíamos.

Empecé a recibir muchos mensajes y llamadas de Young-Do preguntando si estaba bien, porque ni iba y todo eso, tuve que bloquearlo, otro que me preguntó fue Hyo-Shin, a quien si le respondí y le dije que estaba todo bien, que no se preocupara, pero aun así mencionó que, porque estaba faltando a clases, lo dejé en visto.

Hasta Kim Tan me habló, pero también estaba preguntando por Eun Sang, al parecer desaparecimos al mismo tiempo, yo sabía dónde ella había ido, pero me hizo prometer que no dijera nada y como estaba en los mismos términos, no lo iba a decir.

La tarde pasó, al fin logré comprar pequeños recuerditos no solo para Bona, sino para todos... y no sé porque, pero compré uno para él, no sé porque lo hice, supongo que por inercia.

Luca no iba a regresar hoy porque tenía un taller de arte y se iban a ir a no sé dónde de excursión, y regresaría mañana. Así que regresé a la casa y esperé a que los mayores llegaran a la casa, mientras leería un libro en mi habitación.

~💫~

-Amber, cariño, despierta. –escuché una voz a lo lejos.

Al parecer me quedé dormida mientras leía.

- ¿Simon? –él suspiró.

-Si cariño, ya regresé del trabajo, te quedaste dormida, ¿Quieres ir a comer algo mientras viene Stefany? –asentí como respuesta y me levanté de la cama para ir al comedor.

Simon bajó de primero y yo le seguí, al parecer era momento de tener esa conversación que he estado evitando desde que llegué.

Cuando llegamos me senté esperando que el calentara el chocolate para beber y así pudiéramos platicar.

- ¿Y qué hiciste hoy? –preguntó.

-Solo fui al centro comercial, compré unas cosas para mis amigos allá, y nada más, de ahí solo regresé y empecé a leer el libro que compré, pero aun no me acostumbro al horario y me quedé dormida. –él sonrió.

-Al menos te distrajiste un poco.

Y de nuevo ahí quedo en silencio la habitación, él me entregó mi taza con chocolate y unos pastelitos para que pudiera comer, agradecí.

-Antes que cualquier cosa, quería pedirte perdón, por todo lo que pasó en el pasado, sé que te herí y también dañé a tu madre y ni ella ni tú lo merecían, menos tú, pero no sabía qué hacer en esos años, era diferente.

No quería mencionar nada, ni hablar porque estaba segura que podía llorar o me enojaría que no mediría mis palabras.

-Y agradezco que seas una persona demasiado buena de corazón, porque estás aquí, con Stefany y Luca, y aunque sé que no es fácil, tu logras hacer que todo sea más sencillo.

Intenté hablar, pero, no salió ninguna palabra de mí.

- ¿Algo que quieras decirme?

- ¿Por qué? –pregunté con mi voz quebrada. –Prometiste siempre estar ahí y te fuiste sin decir adiós. –lo volteé a ver, pero no lograba ver con claridad, gracias a las nuevas lágrimas de impotencia que salieron.

-Tenía miedo. –respondió también, su voz un poco más bajo de lo normal.

- ¿Y qué crees que sentí yo cuando te fuiste y nunca regresaste? Me sentí demasiado insegura, pensando que había hecho algo mal y que era por mi culpa. –las lágrimas se resbalaron por mi mejilla. –Heriste a mama, y me destrozaste a mí.

-Amber, lo sé, pero las cosas con tu mamá ya no estaban funcionando, nos amamos, sí, pero, no éramos los correctos, ella lo comprendió con el tiempo, al final estábamos pasando por muchas dificultades y al final, cada uno encontró la felicidad en alguien más, como yo lo hice con Stefany y como ella lo hizo con Goo.

-Pero, no pensaste en mí en ese momento.

-Y lo sé, y ese error me atormenta desde todos estos años, años en los que no quisiste saber de mí, evitabas responder y hasta ahora es mi oportunidad de arreglar todo y decirte que te amo, eres mi hija y al final quiero que tu estés bien siempre.

-No es tan fácil como crees.

-Lo sé, lleva un proceso, puedo esperar, pero si me perdonas, prometo que todo cambiara, obviamente no regresando con tu madre, cuando ya cada quien hizo su vida, pero prometiendo estar ahí, para ti, cuando quieras ayuda para ir a algún lugar, para secar tus lágrimas cuando alguien dañé tu corazón y... -pero él no siguió porque mi sollozo lo interrumpió. Se asustó de repente, que se acercó a mí y me abrazo, yo no me rehusé, lo abracé también.

-Él también me mintió –logré mencionar.

- ¿Quién cariño? –susurró mientras acariciaba mi cabello y las lágrimas seguían brotando.

-Young-Do. –pronunciar su nombre dolía, pero también se sentía liberador. –Él dijo que me quería, pero al final todo fue mentira.

-Oye, ¿Qué sucedió? –mi padre levanto mi rostro para que pudiera verlo y secar mis lágrimas.

-Fui solo una apuesta papá. No nos agradábamos, podía decir que nos odiamos cuando nos conocimos, pero luego, entendí más de él, cada uno entendió al otro y nos enamoramos, pasamos lindos momentos juntos, pero luego descubrí que todo era mentira, que el solo hizo una apuesta para que yo me enamorara de él. –terminé de hablar.

-Cariño, sé que eso es difícil y es horrible, pero, y si de verdad se enamoró de ti, digo, quien no va a quererte –me pellizco mi nariz e hizo que riera. –Sé que la manera en que lo hizo no fue lo correcto, porque nadie es un juego, pero ¿y si eso fue lo que ayudó para que ambos estuvieran juntos?

-Posiblemente, pero es difícil de perdonar eso... sabes a lo que me refiero –reímos.

-Pero recuerda que todos merecemos una segunda oportunidad y una oportunidad para poder explicar por qué hicimos las cosas. –me sonrió tiernamente, de nuevo mientras acariciaba mi cabello.

-Por eso vine aquí, al final, necesitaba de mi padre para ayudarme a salir adelante. –lo abracé bien esta vez.

-Siempre estaré para ti, pequeña. Te amo.

-Yo también te amo papá.

Y puede que no aclaramos tanto las cosas, pero al final, inesperadamente, logro entenderme y era lo único que necesitaba, alguien que me abrazara fuerte, me dijera todo estaría bien y que no volvería a dejarme.

Quien sabe, quizá y regresaba antes de lo planeado, por él.

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Supongamos que todo quedó bien y que ahora ya van a estar relación padre e hija todo bien y arreglado. 

Poco a poco el corazón de Amber irá sanando. 

Gracias por leer. Espero les este gustando.

Nos vemos pronto. ❤️

The Heirs - Royalty | Choi Young DoWhere stories live. Discover now