C A P Í T U L O - 51

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- ¿El presidente Kim se desmayó? -preguntó Eun-Sang.

-Sí, ayer por la tarde. -le respondió Chan-Young. -Aún está inconsciente.

-Por eso no me llamó. -mencionó mi amiga en voz baja. - ¿En qué hospital está?

-Tan no está en el hospital, fue a un viaje de negocios con mi papá.

- ¿Un viaje de negocios? -pregunté.

-Les tomará diez días. Deben reunirse con accionistas extranjeros y recibir un poder notarial.

- ¿Ocurrió algo con su compañía? -volví a preguntar.

-Eso parece, según mi papá, no es un viaje de negocios, sino el inicio de una guerra. Y por lo que escuché, también hay un problema con la compañía de Young-Do, pero no se más. -mencionó viéndome, eso significaba problemas, tendría que hablar con el luego, mientras le preguntaría a mi madre en la tarde. -Quizá ya están en el avión.

Ninguno mencionó algo más, me despedí de los chicos cuando el chofer apareció en la puerta de salida, así que salí y partí a mi casa.

~💫~

-Hola cariño, ¿Cómo te fue hoy? -preguntó mi mamá.

-Todo bien, un poco cansado. -admití mientras ella encendía la televisión.

-Ven, justo estaba por almorzar, Goo aún está trabajando, hay ciertos problemas con la empresa de tu amigo Kim Tan y de Young-Do.

- ¿De Young-Do? ¿Qué tan grave es? -pero mi pregunta se respondió sola cuando en el canal que mi mamá había puesto, las noticias hacían mención sobre el arresto del padre de Young-Do.

"Ultimas noticias. La fiscalía ha emitido una orden de arresto para el presidente Choi Dong-uk del Hotel Jeguk para el día 14. El equipo de investigación criminal de la fiscalía de Seúl emitió una orden para el señor Choi bajo cargos de negligencia profesional..."

-No puede ser...

-Amber ¿A dónde vas?

Había dejado tirada mi mochila, y aun con el uniforme puesto, salí de la casa sin darle respuesta a mi madre.

Empecé a correr a la estación de buses, ya que el chofer se había ido a un mandado de mi madre luego de que yo llegara a casa, así que, al estar en la parada del bus, subí y me senté en la parte de atrás mientras llamaba a Young-Do pero no tenía respuesta.

Intenté dejar de llamar para concentrarme en mi respiración, había corrido demasiado rápido para no perder el bus, no había traído mi inhalador, pero solo debía respirar y descansar.

Intenté llamar de nuevo, pero no tuve respuesta, así que luego de unos minutos ya me encontraba en el hotel donde él se quedaba. Así que bajé y empecé a correr de nuevo.

Llegué al elevador y marque su piso, cuando por fin estuve, veía que había otras 5 personas ahí esperando el elevador al verme hicieron una reverencia, que yo imite para saludar.

Ellos se fueron así que yo me acerqué a la puerta y toqué el timbre. Me estaba costando respirar, pero intenté regular mi respiración lo más que podía, en eso Young-Do abrió la puerta.

- ¿Amber? ¿Qué haces aquí?

-Dame un segundo. -logré murmurar mientras respiraba con mayor tranquilidad, en lo que hacía eso, Young-Do me sostuvo del brazo y me llevo dentro de su apartamento.

-Siéntate aquí, te traeré agua. -me sentó en el sillón y luego regresó con un vaso de agua el cual tomé mientras mi respiración ya se regularizaba.

-Lo siento -murmuré. -Quería venir a cuidarte y tú resultaste cuidándome. -sonreí levemente, no servía para nada.

-Y lo haría por el resto de mi vida. -me sonrió, se sentó a mi lado y tomó mi mano. -¿Estás mejor? -asentí cómo respuesta. Su sonrisa era muy linda.

-Solo quería saber que estabas bien, vi las noticias y sé que no es algo... Fácil de afrontar, y por eso quería saber si te encontrabas bien, y estar a tu lado para decirte que no estás solo y que siempre estaré para ti. No hay nada de qué preocuparte, todo se puede solucionar. -sonreí de nuevo mientras sostenía su mano entre la mía.

-Gracias por estar aquí Amber... siempre me he sentido solo, pero tú -se detuvo. Sus ojos empezaron a brillar, señal de próximas lagrimas que iban a asomarse. -Me salvaste, tú has...

No deje que terminara y me acerque a abrazarlo, él recostó su cabeza en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello.

-Todo está bien, te quiero Young-Do.

Luego de unos minutos en que él se sintió mejor nos separamos, empezamos a ver una película.

-Sabes... descubrí donde está mi mamá. -me separé de él para voltear a verlo.

- ¿En serio? -pregunté. Sabía que era un tema delicado, así que no sabía que más preguntar. - ¿La viste?

Él asintió.

-Pero no me atreví a hablarle. Y quería preguntarte si quieres acompañarme.

-Pero... no te sentirás incomodo si yo estoy ahí. -dejé la pregunta al aire.

-Tú me darás la fuerza -retiro un mechón de mi cabello. -Quiero que la conozcas también. -sonreí.

-Está bien. Iré -él sonrió. -Pero solo porque me lo pediste y quiero estar para ti, siempre.

Luego de nuestra charla y planes que haríamos en los días siguientes, la noche llegó así que tenía que partir a casa, aunque no quería.

-Ya es tarde -murmuré. -Debo regresar a mi casa. Con suerte consigo un taxi.

-Es, demasiado tarde -habló. Volteé a ver el reloj y eran las 2 de la mañana. Okey, mi madre me matara, aunque supongo que ella sabía a donde iría desde el momento en que salí corriendo. -Puedes quedarte, si quieres.

Giré mi cabeza para buscar los ojos de Young-Do.

-No, no quiero molestarte, puedo conseguir un taxi...

-Quédate -y sostuvo mi mano entre la suya. -Yo te paso a dejar mañana a tu casa y hablaré con tu familia, pero por favor, quédate.

Mi corazón no soporto, así que asentí y le sonreí.

-Puedes dormir en mi cuarto, me quedaré en el sillón. -nos levantamos y nos dirigimos a su cuarto, el me dio unas sábanas para que pudiera usarlas y me prestó una playera para que pudiera dormir cómoda, él se fue dejándome espacio para alistarme.

Cuando retiré mi ropa y me coloqué la de él, su aroma se instaló en mí. Suspire, realmente amaba su aroma. Cuando estuve lista abrí la puerta y le llamé.

-Ven, no es necesario que duermas en el sillón, es incómodo, duerme aquí. -él se quedó mudo, así que yo me reí. -No te haré nada, solo hay que dormir.

-No prometo nada Zanahoria. -se rio. Se acercó mí y me recostó en su cama, quedando debajo de él, y me beso. Fue un beso lento pero cargado de tantos sentimientos. Cuando se separó se acostó a mi lado.

Así que yo rodeé mi brazo a su alrededor.

-Descansa Amber -besó mi frente.

-Feliz noche Young-Do, te amo.

Y sin sentir me quedé dormida en los brazos del amor de mi vida.

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Actualización después de mucho tiempo. Ya se que me he tardado en esta fic demasiado, y pido perdón.

Sin embargo, espero que les gustara, quizá lo que intento es extenderla lo más que puedo antes del final, porque no estoy lista para dejar ir a Amber ni a Young-Do. Los amo demasiado.

En fin, Nos vemos luego, les quiero. ❤️

Pd. Actualizando porque ganó argentina 🤍🇦🇷

The Heirs - Royalty | Choi Young DoWhere stories live. Discover now