12. 73 horas

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Estocolmo y Denver habían llevado a una parte de los rehenes arriba debido a un mejor control en cuanto a seguridad y que nadie hiciera algo que no debía pero ya habían pasado unos veinte minutos así que subí junto con Bogotá a ver cómo iba todo pero como siempre en este tipo de actividades en grupo todo se iba al carajo por una cosa u otra.

Nada más llegar Denver estaba golpeando en la cara a Arturito, lo hacía una y otra vez hasta que Estocolmo lo abrazó intentando sujetar sus brazos y al fin se calmó

-¿Pero que puto coño está pasando?-

Ya era demasiado tarde para evitar problemas, Bogotá enseguida se acercó y como estaba a su lado era inútil hacer como si no hubiera visto, también me acerque.

- Nada, nada, tranquilos -

- ¿Cómo que nada? Que Londres y yo llegamos y aquí se están cagando a palos -

- Que fue el quien empezó - Denver se giró a mirar seriamente a Bogotá, me aclaré la garganta y me acerqué

- Bueno, está bien ya no importa. Pueden irse a hablar o lo que necesiten, Bogotá y yo nos quedaremos aquí -

Justo ahora el amado esposo de Estocolmo estaba nublado por el enojo así que solo se fue sin responder a nadie y claro que ahí iba ella a intentar resolver todo. Independientemente de que haya pasado una relación es de dos no del que se va y de quién lo persigue. Me acerqué a la mesa donde había un grupo de mujeres asustadas abrazándose unas a otras, respiré hondo.

- No sé preocupen no hay porque alarmarse -

- He, Londres - me giré a Bogotá estaba mirando demasiado a Arturito quien estaba sentado y amarrado en una silla al otro lado de la habitación - ¿Podés venir acá un segundo? -

Me acerque de forma calmada y una vez a su lado, susurré.

- No hagas chingaderas Bogotá, no es asunto nuestro lo que se tengan ellos tres y si te metes la vas a cagar cómo hiciste con lo otro ¿Te acuerdas? - está vez me miró ,por fin apartando la mirada del cabrón de la silla. Suavizó sus gestos.

- Pero yo solo quiero hablar ¿Verdad Arturito? Porque nos vas a decir el motivo de Denver para darte de ostias, no creo que sea solo por esa cara que te cargas-

- ¿Y por qué les diría? -

- Él está preguntando yo solo vengo de oyente - aclare, él me miro con algo de temor supongo que esa plática de antes había rendido frutos.

- Anda, dinos - Bogotá acercó la boca del arma al cuello de Arturo, este se puso nervioso, levantó la cabeza y tragó saliva.

- S-se puso celoso. Mónica, es decir, Estocolmo como le decís era mi pareja -

- Y tú tenías otra pareja que chistoso - mencioné enseguida.

- ¡Ah! ¿Qué andabas con las dos? - le acercó aún más la pistola, se alarmó

- ¡No,no! -

- ¿No? - me confundí

- ¡Es decir, si! Si andaba con las dos pero a las dos las amaba -

- Ese cuento todos se lo saben, Arturito - y sin una señal de que lo haría, Bogotá lo golpeó justo en la cara una sola vez, sujeté rápido su brazo deteniendolo.

- Ya, es todo. Vas a alborotar y asustar a las de atrás - asintio

- Tenés suerte, que si ellas no estuvieran te parto el orto -

Unos veinte minutos después escuché el golpe de unas botas subiendo, Estocolmo estaba de vuelta pero sola. Me acerque.

- ¿Todo bien? -

- Si, si, Denver va a trabajar con Nairobi un rato -

No teníamos que leer mentes para saber que había problemas y algo graves, compartí una mirada con Bogotá y nos pusimos de acuerdo a la perfección. Respiré hondo antes de hablar.

- Bien, no tiene sentido que estemos los tres. Bogotá se quedará contigo yo iré con Nairobi -

Asintió y me fui a la recepción del elevador bajo tierra, una vez ahí seguían las cuatro personas que Nairobi designó para trabajar y justo a la mitad del todo, con los brazos cruzados y mirando a la nada estaba ella, me acerqué con el arma en mano y me detuve a su costado izquierdo.

- ¿Todo bien? -

Giré a verla y me di cuenta que no la había visto hasta ahora, no realmente al menos pues su expresión de alegría que siempre tenía no estaba, sus ojos brillaban con melancolía, sus labios estaban cerrados y empezó a negar lentamente.

- No, nada está bien pero es lo que hay ¿No? -

- ¿Te sigue molestando lo de Palermo? -

- Es que no lo entiendo, joder - contestó alterada, se giró a verme con energía pero la tristeza en sus ojos no desaparecía - no entiendo que cojones se tenía que meter en lo que no le importa, hablar de amor como si el lo supiera todo, un gilipollas eso es lo que es pero... - se detuvo unos segundos, le miré confundida - pero tu dijiste que si que amó a alguien, Londres, se enamoró de Berlín - negué

- Será mejor que no hablemos de eso ¿Si? -

- ¿Pero porqué? Eso demuestra que es como nosotras, nada de ir por allí creyéndose mejor que otros, pero eso si, es un cobarde por no decirlo -

- O tal vez fue inteligente por librarse de ese infierno - dije tajante, ella se confundió, pero era tan inteligente que enseguida sonrió dándose cuenta de algo.

- Tú también te enamoraste de Berlín ¿A qué si? -

Estaba cansada de mentir y tal vez si le decía la verdad podría dejar el tema de una vez por todas.

- Si, y no solo eso anduve con el un tiempo pero todo se fue al carajo ¿Bien? Probablemente Palermo se evitó una chingadera porque andar con el al final, lo volvió un infierno. Nairobi no quiero escuchar nada de eso de nuevo, no quiero recordar todo eso, solo quiero centrarme en el trabajo y salir de aquí lo antes posible ¿Bien? -

Desvíe la vista al frente, era muy doloroso pero de alguna forma haber hablado con Palermo antes me ayudó un poco.

- Si, claro. Es tu pasado tía y tendréis vuestras razones, pero al menos dime una cosa ¿Porque rompió contigo? -

No estaba segura de decirlo pero a la mierda, me encogi de hombros y la miré.

- Se enamoró de alguien más... Pero eso fue hace años, ya no importa -

- ¿Sabéis creo que me pasó lo mismo que a Palermo? - yo estaba confundida - Si,si. Palermo es un gay que se enamoró del hetero de Berlín y yo soy una chavala a qué le gustan los machotes y bueno, a Helsin le gusta Palermo - se encogió de hombros sonriendo con melancolía - Pero ya está ¿Así es el amor,no? Injusto, como dijiste -

No hablamos más, Denver salió de la "piscina" y fuimos a su encuentro.

Un nuevo castigo [Berlín]Where stories live. Discover now