8. EMPIEZAN LOS PROBLEMAS

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Ariana

¿Por qué maldita razón Miller siempre tenía que meterse en cosas que lo ponían en un peligro innecesario?

Cuando me reveló ese secreto en el bar quedé sorprendida. Yo conocía a Luke y a su madre, eran buenas personas, o al menos mi mejor amigo si lo era, pero siempre tuvo esa insistencia con hacer todo lo que su madre quisiera, solo pensaba en complacerla, así que no me sorprendería que fuese Karin Chapman quien metió a su propio hijo en eso.

Esa noche llegue alrededor de las 3 de la mañana a mi casa, mis padres estaban tan profundos que ni se inmutaron cuando llegue.

Me desperté al otro día con una resaca horrible, ni siquiera había bebido tanto... O eso creía yo. Me di un baño y me puse mi uniforme, bajé a desayunar. En la mesa se encontraban mis padres, uno en cada esquina de la mesa, me senté y comí cada cosa que había, estaba hambrienta.

-La próxima vez que hayas estado bebiendo y amanezcas con resaca, ponte unas gafas para el sol al menos. - Y yo que pensé que me había salido con la mía, mi padre Owen era quien siempre me atrapaba.

-Si señor. - Respondí mientras jugaba con mi tenedor.

-Hay reglas, reglas que se pusieron por una razón. - Aquí era donde venía el regaño...

-Ser responsable y determinado es el camino que se debe tomar para llegar al éxito, pero tú te esmeras en desobedecernos con algo tan importante como lo es cero drogas y cero alcoholes. - A diferencia de mi papá Jackson que no era tan estricto con eso, Owen si lo era.

-Lo sé, sé que estuvo mal, pero podrías evitar alzar la voz, siento que me va a explotar la cabeza...

-Si no te comportas, tendré que tomar medidas. -Ante eso lo mire.

- ¿Como qué? ¿Como internarme de nuevo? - Me levante de la mesa, caminé hacia la sala, no fue hasta que escuche los gritos de mi padre venir que me voltee, lo tenía en frente de mí.

- ¿Crees que estuvimos contentos con hacer eso? Fue necesario, no estabas bien, pediste mi ayuda y eso hice. - Se calmo y me cogió de la cara y me abrazo. - Tú bienestar esta primero que todo, pero no podremos protegerte si no colaboras también. - Me solté de él, volví a mi habitación, cogí mi bolso junto con las llaves del auto y me fui.

En el auto saque de mi bolso una chequera que mis padres me habían dado, llene un cheque por mil libras.

Cuando llegue a la escuela iba con una hora de retraso, estacione el auto y me baje. Fui hacia el campo de golf que tenía la escuela, ahí encontré a André y a Luke con sus trajes blancos de golf. Miller no tomaba esa clase, por lo que no estaba ahí.

-Luke. - Lo llamé y se acercó dejando a André solo.

-Hey qué pasa, de verdad lo siento por cómo me comporte ayer... - No lo deje terminar de hablar.

-Lo golpeaste, en frente de todos en el bar. - Saqué el cheque que había hecho en el auto y se lo di. - Espero que con esto baste para saldar la deuda que Miller tiene con tú madre.

-Shhhh, cállate, no lo digas acá. - Me cogió del brazo y me llevó a otro lado más apartado. - No puedo creer que te lo haya contado.

-Si que lo hizo. - Lo veía nervioso, se rascaba su barbilla e iba de un lado a otro.

-Ariana no puedes decirle a nadie.

-Creo que es muy obvio que no lo haré. - Dicho esto le di la espalda y me alejé de él.

Caminando hacia mi clase de biología me encontré con Camille. Se la paso todo el trayecto quejándose de diversos temas, así era ella, a veces solo hablaba de lo que le molestaba.

Si las mentiras fueran personas Where stories live. Discover now