9. EN PICADA

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-¿Pero qué mierda? - Exclamó Marcus a mi lado al ver el cuerpo de Logan en mi armario.

-No lo sé, cuando llegué ya estaba ahí.

-Y... ¿Qué piensas hacer? - Lo mire.

-Me desharé de él.- La idea no me agradaba para nada, pero que más podría hacer, ¿qué diría la policía?, ¿qué dirían mis padres? - solo que no sé cómo hacerlo.

-Podríamos lanzarlo por el río - Sugirió Marcus.

-¿Estás loco? Lo encontrarán.

-Ariana, la idea es solamente sacar el cuerpo de tú casa, no ocultarlo. - Buen punto, no había supuesto eso, creo que se me metió mucho en la cabeza, la idea de que el asesino tiene que ser descubierto.

-Vamos, entonces, tendremos que sacarlo por el garaje para meterlo en el maletero de mi auto. - Asintió.

Entre los dos cargamos el cuerpo, yo sostenía los pies y él los llevaba por los hombros.

-Joder, sí que está pesado. - Dijo mientras lo bajaba os por las escaleras.

A esta hora mis padres debían de estar cada uno en sus estudios, que para mi suerte no se encontraban cerca a las escaleras.

Sentí que toda mi vida peligró cuando por la puerta del garaje entraba una señora del servicio justo cuando ya íbamos para allá. Inmediatamente, solté el cuerpo y lo metí junto a Marcus en un armario que había al lado de nosotros.

-Señorita Ariana, ¿qué hace despierta a esta hora? Sus padres dieron órdenes de que debería estar dormida a las nueve en punto. - Puse esa sonrisa en mi cara que necesitaba cuando quería salirme con la mía.

-Lo sé Dolores, pero no podía dormir, así que iba a salir a tomar un poco de aire, ¿podría no decirle a mis padres?

-Solo unos minutos. - Le di las gracias y ella se fue subiendo las escaleras.

Abrí la puerta del armario, era considerablemente pequeño, lo que me hizo dar gracia, ya que Marcus estaba muy pegado al cuerpo de Logan.

-Ayúdame a sacarlo, huele a muerto. - Me reí e hice lo que me pidió.

Una vez volvimos a la acción, cruzamos hacia al garaje y metimos el cuerpo en el maletero de mi auto.

Yo conduje, mientras que el chico que me acompañaba iba en el asiento del copiloto, nos dirijamos hacia el río de Vaneshvill.

-¿Cómo conseguiste mi número para llamarme?- Sonreí cuando recordé como lo conseguí.

-Hace unos días cogí el celular de Miller, ahí tenía tu número.

-Hey, ¿Que hacías buscandolo?- La verdad ni yo sabía por qué lo hice.

-Si te soy sincera, no lo sé.- Solo se rió.

-¿Eres hija única? - Voltee a mirarlo ante la pregunta que hizo.

-Sí. - Dije cortantemente, no me gustaba hablar casi de mi familia.

-¿Qué hacen tu madre y tu padre?

-No hay madre, solo dos padres, ambos hombres. - Saco un encendedor y empezó a jugar con el en sus manos.

-¿Te tuvieron por inseminación o eres adoptada? - Solté una risa.

-Sí que eres chismoso.

-Curioso es la definición correcta.

-Adoptada. - Me fijé en que llevaba un anillo, con la letra D.

-¿Qué significa la letra D en tu anillo? - lo miró y después a mí.

Si las mentiras fueran personas Where stories live. Discover now