Capítulo nueve

1.8K 143 34
                                    

-¡NO! ¡NO! ¡NO!

—¡HEY! ¡YUNA! ¡DESPIERTA YA! —con un fuerte bofetón en mi rostro, me hicieron regresar a la realidad y pude abrir mis ojos.

Atontada por lo vivido en mi pesadilla, mis ojos llorosos se cruzaron con los que más daño me causaron en cuento la miré.

—¡ALEJATE DE MÍ! —llorando intenté alejarme, pero la cabecera de la cama no me ayudó mucho. La castaña quiso acercarse, pero yo me horroricé más —¿¡Donde está el asesino!?¿¡En que lugar lo tienes escondido para que me mate!? —shockeada lo busqué con mi mirada, pero lo raro fue que estaba trepada en el colchón de mi habitación.

"Tuviste una pesadilla —Haerin metió una de sus manos dentro de los bolsillos de su bata para sacar su móvil —La verdad no sé de que me hablas, pero como estás tan alterada entonces llamaré a...

—¡NO! —me bajé del colchón con velocidad —¡No vas a llamar a YoonGi, no vas a llamar al que me asesinará —agarré una cuchilla que estaba en mi mesita de noche y la amenacé mientras sentía como mi cuerpo temblaba del miedo.

—Solo llamaré al doctor. Tranquila —se encogió de hombros —Escucha Yuna, yo no conozco a ningún YoonGi y tampoco te mataré ¿Qué tontería son esas? —su expresión me daba a entender que estaba diciendo la verdad.

—¿Dónde está Jungkook?—quise llorar. Deseo tanto sus abrazos en estos momentos para sentirme protegida que me importa una mierda que Haerin se de cuenta.

—Son las doce de la noche, está dormido —suspiró —Él pobre está exhausto, así que por eso le di una pastilla para el sueño —dejó el móvil de lado y comenzó acercarse a mí —Ven, Yuna, sientate conmigo —me invitó a que nos sentáramos sobre la cama.

—¿Por qué? —arrugue mi entrecejo sospechosa. Haerin se veía muy tranquila.

—Porque necesitamos hablar. Ven —me hizo señas para que me acercara. En cuanto tomé posición junto a ella, la oí soltar un respiro —¿Yuna? Soy mujer, no trates de confundirme. Sé que tienes una atracción por mi esposo —me miró de reojo. Agaché un poco mi cabeza un tanto avergonzada ahora.

—No es atracción... —pausé —Tu esposo me gusta mucho, estoy enamorada de él —limpié ciertas lágrimas que comenzaron a bajar por mis ojos —Pero él te tiene a ti y a Dana. Jungkook no siente nada por mí.

—Te equívocas —abrí mis párpados como dos platos al oírla decir eso. Busqué su mirada con la mia —¿Sabes? Nuestro matrimonio siempre ha sido un caos.

—¿Por qué lo dices? —nunca me llegué a imaginar, que tener una charla con la bruja, sería tan descomplicado.

—Los padres de Jeon, y mis padres, nos hicieron casarnos. Nos obligaron a que nos casáramos —otra vez soltó un respiro —Jungkook no estaba enamorado de mí, y yo tampoco de él —me miró. En silencio la seguí escuchando —Mi corazón pertenecía a SeokJin en ese entonces —sonrió al pronunciar cuyo nombre —Que a pesar de no ser de nuestro nivel social, el ocupó cada rincón de mi ser.

—¿SeokJin? —repetí confundida —¿Dónde esta él?

—No lo sé —se encogió de hombros —Mis padres me prohibieron verlo y hasta el día de hoy, no sé si estará vivo, si estará bien —hubo varios segundos de silencio entre ambas sin mencionar una mínima palabra y en la que solo se es escuchaban nuestras respiraciones.

—¿Todavía lo amas? —proseguí.

—Un amor verdadero, nunca se olvida. Que se supere, es diferente —me sonrió un poco, dolida —Si yo le digo amor, a Jeon Jungkook, es por la enseñanza a las apariencias. Pero tanto él como yo, nunca llegamos a sentir ese amor que te hace desvivir por tu pareja —se quedó pensando un segundo —Jungkook y yo no nos entendemos, y nunca lograremos hacerlo —alzó una ceja.

¡No soy una niña! › jjkOnde histórias criam vida. Descubra agora