Regla 6: No juzques a la ligera.

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La escasa luz del amanecer se filtraba por la ventanilla entreabierta de mi coche, dándole al cabello de Ellie un tono medio rojizo de fondo. Su suave respiración me indicaba que se encontraba a gusto estando conmigo. Me gusta contemplarla mientras vamos de camino a Mount Desert Island, donde se celebraría el Baby Shower de mi hermana Hanna. Los ojos negros de Ellie, su piel blanca aterciopelada y su sonrisa seductora, forman ya parte de mi vida, cambiándola por completo desde el primer día que la conocí. La observo apoyar el brazo en la ventanilla de mi Peugeot 308 descapotable que mi madre me había comprado hacía cuatro años. Contempla el cielo ensimismada. Veinte minutos después, paramos en un Cupet para llenar el tanque de gasolina y aprovechar para solventar los últimos detalles de nuestra relación de pega.

—Ya sé que parece imposible, pero deberíamos encontrar algunos puntos similares entre nosotros —dijo ella pensativa —. Por ejemplo, ¿qué música te gusta?

—Las canciones de Camilo, el grupo Reik y Ed Sheeran. ¿Y a ti?

—El rock de los ochenta. —Responde de inmediato.

— ¿En serio? —sonrió asombrado por su respuesta, jamás había conocido una chica que le gustara el rock de esa manera.

—Pues sí. ¿Películas?

—Románticas, de terror —la miré para ver su expresión de asombro.

— ¿En serio te gustan las películas románticas? —preguntó mirándome a los ojos.

—Sí, ¿qué tiene eso de malo? Soy fanático del Diario de Bridget Jones, Sexo en New York y de Maid in Manhattan —explico riendo.

—No lo sabía —hace una mueca de aprobación, pero lo deja ahí —. ¿Playa o montaña?

—Playa.

—Playa. Vez como si tenemos cosas en común —vuelve a sonreír.

Alargué mi mano hacia ella y le coloqué un mechón de cabella detrás de su oreja. La veo estremecerse y dejar de sonreír.

—Ellie, ¿acaso importan esas cosas? El amor no es así. A veces es más importante una sonrisa, una rosa, un beso lanzado al aire que un montón de mierda vacía que no sirve para nada. —Mis palabras salían de mi boca con voz ronca, sin apartar mis ojos de los suyos —. ¿Nunca te has enamorado?

—Tienes razón. Y sí, si me he enamorado. —Admitió cogiendo un chito de la bolsa que llevaba en la mano.

Encendí la radio del coche. Sonó Bad Habits de Ed Sheeran. Nos quedamos un rato en silencio mientras poníamos rumbo otra vez hacia la fiesta logrando incorporarnos a la carretera principal. No pude evitar fijarme como Ellie me miraba, y por un momento me imaginé mis manos recorriendo su cuerpo en vez del volante de mi coche.

— ¿Por qué me miras así? —le pregunté mirándola de reojo.

—Por nada. Aunque me estaba preguntando algo… —Se mordió el labio inferior —. Tu sabes varias cosas de mí, pero yo solo sé que estuviste casado —me eché a reír cuando divisé hacia donde se dirigía esta conversación —. Creo que sería justo saber algo más de ti.

Me mostré pensativo por unos segundos.

—Tienes razón. Mi relación más larga fue con Adele.

Ellie se giró hacia mí, intrigada, porque ya sabía de Adele, pero no el porqué de nuestra ruptura.

— ¿Cuánto de larga? —me preguntó.

—Cuatro años —respondí casi en un susurro.

Ellie parpadeo sorprendida. Tardó algo en procesar lo que acababa de decirle.

13 Reglas para enamorar a tu Crush (Un Crush y varias reglas 1)Where stories live. Discover now