Capítulo 1 Parte 1

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Así como existe el poder del dinero también existe el poder de un milagro. Aunque Xiao Zhan, el hijo menor del Comandante en jefe del Ejército Real China retirado, había sido trasladado de urgencia al hospital después de sufrir una insuficiencia cardíaca y fue salvado del borde de la muerte en la sala de emergencias, el equipo médico concluyó que su corazón casi dejó de funcionar debido a que el joven había abusado de su vida hasta el límite y que la única forma de salvar su vida era un trasplante de corazón.

El hospital se puso en contacto con la Cruz Roja China rápidamente y un milagro ocurrió. El centro de donación de órganos les dijo que una persona inscrita como donante acababa de fallecer a causa de un accidente automovilístico hace menos de una hora. El tipo de sangre y los tejidos eran compatibles con el joven universitario que estaba registrado en su base de datos desde hace dos años.

Por lo que el paciente que se aferraba a la vida conectado a un ventilador mecánico fue preparado para una cirugía de trasplante de corazón de urgencia. Jing Tong y el General Jian Min esperaban ansiosamente fuera de la habitación. Una mujer de unos treinta años, con el rostro brillante bajo el maquillaje, acompañó a sus padres con una expresión molesta en el rostro incluso si estaba preocupada por el bribón de su hermano menor.

"Pasarán horas antes de que la operación termine. Creo que ambos deberían aguardar en la sala de espera. Alguien les informará una vez que la operación finalice" sugirió Ziyi. Ella se moría por lavarse la cara y limpiarse el maquillaje.

"¿Cómo puedes decir eso? Tu hermano está en una operación muy delicada, ni siquiera sabemos si sobrevivirá". Jing Tong reprendió a su hija.

Ziyi apretó los labios irritada y fijó sus grandes y redondos ojos en la puerta de la ajetreada sala de operaciones. La brecha de diez años entre ella y su hermano menor hizo que no fueran tan cercanos. Ella no sabía como expresar su angustia. Cada vez que se encontraba con él se quejaba de su mal comportamiento que no hacía más que empeorar con el pasar de los días y siempre terminaban peleando.

"Como quieras, madre. Ahora, si me disculpas..." se giró para irse, ignorando completamente la mirada molesta de su madre.

Cinco horas pasaron. La aprensión y el cansancio se apoderaron del corazón de las dos personas que esperaban fuera de la sala de operaciones. Tan pronto como vislumbraron dos sombras moviéndose tras la puerta, inmediatamente se pusieron de pie y esperaron justo frente a ésta.

Unos minutos más tarde, el cirujano en jefe seguido por su equipo le sonrió a la familia que se mantenía esperanzada.

"No se preocupen, la operación salió bien pero el paciente debe permanecer en la unidad de cuidados intensivos unos cinco a siete días para vigilarlo y prevenir que no contraiga una infección".

"¿Eso quiere decir que él estará bien?" Las lágrimas se acumularon en los ojos de Jing Tong pero esta vez estaban cargadas de júbilo al saber que la muerte no pudo arrebatarle a su hijo.

"Ahora depende de él. Su voluntad de vivir y recuperarse jugará un papel importante ya que a partir de ahora tendrá que tomar medicamentos inmunosupresores por el resto de su vida para evitar que su cuerpo rechace el nuevo órgano y debido a esto será propenso a enfermarse con mayor facilidad. Así que incluso aunque pueda comenzar a vivir como normalmente lo hacía deberá cuidarse más de lo que lo hace la gente común". El renombrado médico especialista aconsejó sobre la vida después del trasplante que no sería fácil del todo.

La madre del paciente se quedó en silencio. Con el estilo de vida que su hijo había llevado hasta ahora no podía prometer si él sería capaz de aprovechar al máximo esta nueva vida que había recibido. Aun así, espera que Zhan disfrute su vida al máximo en honor al donante que ya no podrá disfrutar más de su tiempo en la Tierra.

Nunca antes había dormido tan profundamente. Sentía que cuando quería despertar alguien tiraba de él hacia el mundo de los sueños. La esbelta figura de Zhan en la cama movió lentamente la mano que había permanecido quieta. Los ojos de color marrón claro se abrieron aun soñolientos y miraron alrededor de la habitación a través del protector de plástico sobre su nariz. Los tubos que estaban conectados a máquinas y equipos de soporte vital ubicados al lado de la cama facilitaban adivinar dónde se encontraba incluso si acababa de despertar. Una vía intravenosa para suplirle con suero y sangre estaba conectada a su muñeca.

El infierno se parece a un hospital...

De pronto, se despertó completamente.

Hospital...¡eso significaba que todavía estaba vivo!

El sonido del monitor cardíaco y los pulsos irregulares alertaron a la enfermera de la unidad de cuidados intensivos que se encontraba de guardia e inmediatamente contactó al médico a cargo que se apresuró a la habitación para revisar al paciente.

"Xiao Zhan por favor cálmese. Inhale y exhale tranquilamente" la joven enfermera contó las respiraciones para que el paciente pudiera seguir fácilmente sus instrucciones. Este método se usa para prevenir la hiperventilación y la toxicidad por sobredosis de oxígeno.

El joven paciente trató de seguir el ritmo pero se cansó rápidamente ya que su 'corazón' latía bajo su pecho como si no fuera parte de él.

Un momento después los medicamentos empezaron a hacer efecto. Zhan exhaló lentamente, exhausto como si acabara de realizar un gran esfuerzo físico.

"¿Qué pasó? Recuerdo que..." el tono de voz que salió de sus labios era tan áspero que lo sorprendió.

"Te sometiste a un trasplante de corazón, pero no te preocupes, todo salió bien. Ahora estás en recuperación". La mujer vestida con un uniforme blanco de enfermera le dedicó una sonrisa tranquilizadora y se dirigió a informar de su estado al equipo médico y al médico asistente que acababa de llegar, dejando al paciente con una expresión de asombro en su rostro.

El joven de ojos almendrados bajó la vista lentamente hacia su pecho que se elevaba en sincronía con su respiración. Estaba asustado.

Pum-pum pum-pum...

El resonar de un órgano que se contraía y bombeaba sangre a los otros órganos de su cuerpo se escuchaba fuerte en sus oídos.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo hasta que sus dedos se entumecieron cuando se dio cuenta...

"¡Ese no era su corazón!"

Un cuento de mil estrellasWhere stories live. Discover now