Capítulo 1

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Todos los personajes aquí usados pertenecen a VA de RICHELLE MEAD

 
 

POV Rose

 
 
 

Estoy tratando de dormir, y digo tratando porque no puedo, siento mucha incomodidad y no entiendo el por qué, son las 4:00pm, es de noche en horario vampiro y aún faltan unas horas para levantarme e ir a cumplir con mi trabajo como Guardiana de Lissa, mi mejor amiga y ahora nuestra reina.

Me muevo un poco para tratar de conseguir comodidad y...

—¿Rose?— se escucha una dulce voz adormilada con acento Ruso justo a mi lado.— ¿Aun tienes problemas para dormir?

—No, estoy bien camarada, duermete ¿si?— le doy un pequeño beso en la mejilla y luego me recuesto en su pecho.

—Roza, sabes que no puedes engañarme, dime la verdad, no puedes dormir ¿cierto?— dice acariciando mi cabello.

—Tranquilo, no es nada, es solo un poco de insomnio.— digo despreocupada.

Sí, un insomnio del demonio.

—Pero eso me preocupa, tu nunca has tenido problemas para dormir.— se sienta y yo hago lo mismo.— Roza, deberias ir al médico.— dice un poco preocupado, yo sonrío y lo beso, un beso tierno y dulce, pero se convierte en algo más, pasión y deseo se enciende a nuestro alrededor, algo que es inevitable entre nosotros dos. Unos cuantos minutos después nos seperamos un poco para controlar nuestras desbocadas respiraciones.— ¿Que voy a hacer contigo Roza?— pregunta con voz entrecortada y ronca.

—Pues...— lo beso rápidamente.— Amarme.

—Eso es muy facil, mi Roza.— y con eso nos fundimos en otro beso apacionado, me posiciono encima de él y empiezo a besarlo con mas intensidad, Dimitri comienza a recorrer todo mi cuerpo causando sensaciones que solo él puede causar, besandome en el cuello, del cuello a los pechos, de los pechos al abdomen, para luego subir y llegar de nuevo a mis labios, somos una mezcla perfecta de amor y pasión.

Terminamos envueltos en los brazos del otro y totalmente exhaustos, lo último que escucho antes de quedarme dormida es: Te amo Roza.

Unas horas despues despierto sola en la cama, veo el reloj que está en la mesa de noche y son exactamente las 7:00pm, hora de levantarme para ir con Lissa.

Cuando bajo de la cama siento un muy extraño mareo, tengo que sostenerme de la mesa de noche para no caerme al piso. Y tan rápido como este mareo vino se fue, es muy extraño que me pase esto, pero no le doy importancia, rápidamente me meto en el baño y me doy una ducha, luego salgo y me pongo el uniforme de Guardián. Consiste en chaqueta y pantalones negros y una camisa blanca.

Práctico, ¿no?

Ya lista salgo de la habitacion y me encuentro con Dimitri preparado y listo para irnos, él es el Guardián de Christian, el esposo de Lissa.

Si, eso dije, esposo.

Él y Lissa se casaron el año pasado, y no perdieron el tiempo... Lissa ahora esta embarazada de 7 meses y son mellizos, aun no sabemos el sexo porque dice Lissa que quiere que sea sorpresa, como sea yo igual seré una tía feliz.

—¿Por qué no me levantaste?— le pregunto a Dimitri.

—Porque no pudiste dormir bien anoche y decidí dejarte descansar, además, te traje algo.— dice él señalando la cocina, lo miro interrogativa y luego voy a ver. Al llegar me encuentro con una gran caja de donas de chocalate. Sonrío y corro a abrazarlo.

—¿Acaso ya te he dicho cuanto te amo?— pregunto muy sonriente.

—Sí, muchas veces.— me besa.— Ahora come para poder irnos.— y eso hago. Me como 6 donas en menos de cinco minutos, luego de eso nos vamos donde Lissa.

Nos dirigimos al palacio donde residen Lissa y Christian, al llegar entramos y vamos a su habitación. Toco la puerta y espero alguna respuesta.

—Pasen.— dice Lissa desde el interior de su habitación.

—Su majestad.— entro haciendo una exagerada reverencia en forma de burla.

—Rose, te he dicho que no hagas eso.— dice rodando los ojos y yo río.

—Rosie, pensé que nunca llegarían.— dice Christian en un tono burlon e irritante.

Algo me dice que Sparky se quiere morir joven y sin conocer a sus hijos.

—Numero 1: Jamás faltamos y Numero 2: Me vuelves a llamar Rosie y juro que te quito la posibilidad de tener más descendencia, Sparky.— digo amenazante, con mi mejor mirada asesina, Christian enseguida se tensa y se coloca detrás de Dimitri.

—Antes tendrías que pasar sobre mi Guardián, lo cual no podrás hacer dado que yo tengo al mejor de toda la corte.— dice Christian sonriendo con superioridad.

—Yo podría vencer a Dimitri con los brazon atados a mi espalda.— digo con superioridad.

—Rose, la semana pasada intentaste tomarme por sorpresa 10 veces, y las 10 veces terminaste en el piso.— dice Dimitri divertido, y Christian empieza a reír como todo un idiota.

Pero, bueno, él casí siempre es idiota así qué... Bah.

—¡Oye! él no lo sabia.— digo molesta.

Se supone que es mi novio, debería apoyarme y seguirme la corriente. Y decir que tengo razón aunque no la tenga, esas son las reglas.

—Ya basta, si siguen así vamos a llegar tarde.— dice Lissa tratando de reprimir un poco la risa.

Claro hoy es su consulta con la obstetra, todos asentimos y partimos a su revisión... claro, con un gran número de Guardianes con nosotros, Lissa al ser la reina tiene muchos Guardianes a su disposicion, claro que nadie mejor que yo para estar cerca de ella.

Sin darnos cuenta hemos recorrido la mayor parte de la Corte, lugar habitado por la mayoría de morois de familias reales y sus fieles Guardianes dhampirs.

El camino es rápido y silencioso... ¡Aburrido!

Minutos después llegamos al consultorio de su obstetra, la Dra. Agatha Zimma.

Academia de Vampiros: Nada es ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora