Capítulo 18

302 20 0
                                    

POV Rose


 
El amor es una de las cosas más increíbles que he llegado a experimentar; hay ocasiones en las que lloras por él o sientes tanta alegría que casi podría ser desbordante, también existen muchos tipos de amor: familiar, fraternal, amistoso, romántico... Pero hay uno en especial que es capaz de superar todos eso; el amor de madre.

Mi bebé aún no ha nacido, tampoco se nota su crecimiento en mi vientre, pero desde que me enteré que existe mi corazón no ha dejado de latir con emoción cuando lo imagino entre mis brazos, en mi pecho se extiende una calidez jamás sentida. Lo amo aún sin conocerlo, lo amo sin saber siquiera su género, lo amo porque es un bebé producto del amor que siento hacia mi camarada.

No me importa lo que pueda pasar más adelante, lo único que quiero es tener a mi pequeño a salvo.

Con eso en mente Dimitri y yo empacamos las cosas necesarias para abandonar la corte por tiempo indefinido, me duele un poco tener que dejar a Lissa una vez más, y más cuando le prometí no volver hacerlo, pero ella tiene razón, debo proteger a mi bebé.

Dimitri y yo somos muy reservados con respecto a donde iremos, todo por seguridad, claro, no sabemos si Robert tiene algún espía en la corte. Todos creen que el motivo de nuestra partida es una misión muy confidencial que Lissa nos asignó.

A nadie le extrañó aquello, nosotros somos los Guardianes de confianza de la reina, además de que a Dimitri Belikov se le conoce por ser un 'Dios' en batalla, así que la elección de la reina está firmemente argumentada.

 
 
 
[•••]
 

 
 
 
Una y otra vez me repito que no debo llorar, que ésta no es una despedida definitiva, pero es muy díficil no hacerlo cuando veo a Lissa derramar sus propias lágrimas.

—Rose, te extrañaré mucho.— ella me rodea con sus brazos, más lágrimas bajan por su rostro y mojan mi camiseta, pero eso no es algo que me importe.

Estamos en el aeropuerto de la corte, todos nuestros amigos se encuentran ahí para despedirse de nosotros.

—Lo sé, Liss, yo también te voy a extrañar mucho.— le devuelvo el abrazo, sintiéndome mal por tener que dejarla.

Me abro un poco al vínculo y dejo que sus emociones me envuelvan un poco, siento toda su tristeza, pero al mismo tiempo su resignación, su ira hacia Robert, su preocupación por mí y su sobrino y, sobre todo, el amor de hermanas que siempre hemos sentido la una por la otra.

Te amo, Rose.

—Te amo, Liss.— respondo en un susurro a aquellas palabras.

Ella se separa de nuestro abrazo y me da una cálida sonrisa, una que dice: no te preocupes, todo va a estar bien.

Sé que así será.

—Ya es hora.— Dimitri se acerca y acaricia suavemente mi espalda.— Debemos irnos Roza.

Asiento.

—Sí, en verdad deben irse.— habla Lissa.— Si se quedan más tiempo cambiaré de opinión y no dejaré que se vayan.

Más lágrimas caen de su rostro, pero se apresura a limpiarlas. Christian se acerca a ella, y le da un beso en la mejilla, Lissa le sonríe un poco.

—Tengan cuidado, chicos.— pide Christian.— Dimitri, cuida que Rose no haga nada peligroso, ella está loca... Pero eso ya lo sabes.— me dirige una sonrisa burlona.

Sin previo aviso y sin darle tiempo de procesar lo que estoy haciendo, me acerco a él y con rapidez lo abrazo, cosa que no lo toma tan de sorpresa ya que me lo devuelve al instante.

Academia de Vampiros: Nada es ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora