Capítulo 1. Exterior

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El día alcanzaba las nubes abriéndose paso entre la oscuridad de la noche. La luna ya apenas podía verse, mientras que el sol luchaba por aparecer de nuevo triunfante entre las nubes. Las primeras luces del alba acariciaban las fachadas de los edificios de la ciudad de Madrid. El paisaje urbano aparecía y desaparecía a través de una pequeña ventana a medida que iban avanzando hacia su destino final. De esta manera sorprendió el amanecer a nuestra protagonista que observaba preocupada las calles, los coches, la gente, deseosa de salir de aquel coche en el que la habían encerrado injustamente. Bueno, tal vez no diría injustamente. Eso ya lo descubriréis. Pero en preciso ese momento ella no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.

La joven bajó la mirada y comenzó a juguetear con sus dedos. Como podéis imaginar estaba muy nerviosa, no sabía qué iba a ser de ella. Observó sus muñecas doloridas por los grilletes que las atenazaban. Los ojos se le empañaron e hizo una mueca para contener el llanto. Se dio cuenta de que tenía un terrible nudo en la garganta, así que tragó saliva y trató de recomponerse. Pero en ese momento, si algunos de los dos policías que la escoltaban hubiera dicho algo en aquel preciso instante no hubiera sido capaz de responder.

Desde el asiento trasero Nora siguió observando como la ciudad de Madrid amanecía una vez más, sin importarle que ella no estuviera allí para seguir envuelta en su frenético ritmo de la cotidianidad. Ella ya no estaba en el juego. Había perdido. Pero ¿creéis que alguien se dio cuenta? Evidentemente no. Todos seguían inmersos en sus aburridas vidas, perdidos en la rutina. Mientras que ella se dirigía a la comisaría, preguntándose cuándo volvería a ver otro amanecer como aquel.

Nuestra protagonista permaneció en silencio cuando los agentes se animaron a hacer comentarios o preguntas sobre los sucesos ocurridos en el edificio. Ella ni siquiera les estaba escuchando. En realidad, estaba muy lejos de allí. Intentando recordar. Los recuerdos de esa noche en su mente eran como de otro mundo. Parecían guardados bajo llave en una pequeña caja. Como si hubiera sido todo una pesadilla, que no se atrevía a recordar. Un mal sueño cubierto con una tela negra demasiado opaca para distinguir lo que había detrás. Pero la tela tenía algunos agujeros a través de los que podía asomarse y poder ver. Pero no era suficiente. Así no podía defenderse de nada.

Sus pensamientos se detuvieron en el momento en el que el coche frenó. Habían llegado a su destino. ¿Qué sería de ella ahora? No os precipitéis, las cosas no siempre son lo que parecen. Acompañadme y os contaré toda la historia para que vosotros mismos podáis juzgar a nuestra protagonista. ¿Inocente o culpable? 

Who did it? #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora