Capítulo 10. 3ºA

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Era viernes, pero en vez de haber pasado la noche en algún local de fiesta con sus amigos como solía hacer la gente de su edad, se había llevado el trabajo a casa y había pasado horas en la mesa de la cocina intentando solucionar los problemas que nadie quería solucionar. En parte también porque no tenía muy buenos amigos allí. Pero eso no importaba.

Al hacer este movimiento un dolor muy agudo le atravesó la cabeza. Sorprendida se llevó una mano a la parte trasera de la cabeza y bajo su mata de pelo castaño descubrió un bulto. ¿Qué le había pasado? No recordaba haberse dado ningún golpe esa semana. Le dio un vuelco el corazón intentando recordar cómo se había hecho eso, sin ningún éxito. Su mente estaba nublada. Se empezó a poner nerviosa, quizás no hubiera sido un golpe. ¿Tendría que ir al médico? Puede que sí, que fuera algo preocupante.

No recordaba absolutamente nada. O quizás prefería no hacerlo. Los únicos recuerdos que tenía se agolpaban borrosos en su mente, superponiéndose entre sí, impidiéndole ver nada con claridad y provocándole un dolor de cabeza aún más atroz si cabía. Puso todo su empeño en no pensar en ello y por fin pudo levantarse de la cama, casi arrastrándose, para empezar otro día normal en su normal vida. Fue hasta la cocina para hacerse el desayuno, aunque no tenía mucha hambre. Lo cierto es que tenía el estómago revuelto. Fue entonces cuando le pareció escuchar un pequeño alboroto en el rellano, que cada vez se fue haciendo más fuerte. No quiso acudir para descubrir qué era lo que pasaba, así que cogió una taza para hacerse un café. Se tomó una pastilla para el dolor de cabeza y se sentó en la mesa de la cocina mirando a la nada mientras bebía a sorbos lentos su café.

Cuando por fin encontró la energía que le faltaba fue a ducharse y a vestirse. Cuando estuvo lista, cogió el carrito de la compra y se dispuso a abrir la puerta. Fue entonces cuando se encontró que toda la escalera estaba repleta de policías, además de algunos vecinos curiosos asomados a sus puertas. Le dio un vuelco al corazón, pero trató de seguir con normalidad. ¿Qué había pasado? ¿Qué era todo aquello? ¿Qué se había perdido? Otro pinchazo le atravesó la cabeza. ¿Por qué no podía recordar nada?

Estaba muy asustada, las piernas casi le temblaban. Intento escabullirse de las miradas de los policías que la observaron al salir de su domicilio, como si nada estuviera ocurriendo. Nora trató de ignorarlos, de hacer como si no estuvieran allí. Y aunque uno de los policías se adelantó para hacerle unas preguntas, Nora siguió bajando las escaleras casi corriendo. Cuando estuvo en la calle empezó a correr sin saber qué hacer. ¿Acaso Nora escondía algún secreto? 

Who did it? #PGP2022Where stories live. Discover now