Capítulo 3. 3ºA

72 45 1
                                    

Frente a dos hombres vestidos con el uniforme de la policía, Nora se encontraba sentada en el sofá con el corazón en un puño. Tenía la garganta cerrada por un nudo que le impedía el paso a las palabras. Los hombres sacaron sus libretas para comenzar a escribir el testimonio de la joven.

Uno de los policías cogió una silla que había cerca y se sentó frente a Nora, la miró fijamente intentando intimidarla, pero no notó rastro de ninguna emoción en su rostro. El hombre carraspeó.

—Ya sabes por qué estamos aquí. Si tienes alguna información sobre el caso, es mejor que hables ahora.

Nora no pudo aguantar más la mirada, así que rodó los ojos hacia otro lado de la estancia, fijando su vista en una fotografía que tenía con sus padres sobre la mesa del comedor. ¿Cómo había llegado hasta ahí? Tenía toda una vida por delante llena de retos y sueños. Se mantuvo tranquila, o eso parecía. Por dentro era todo un torrente de emociones que la quebraban y la desgarraban. No entendía nada. Si hubiera podido contarles la verdad. Pero quizás eso solo habría empeorado las cosas. No sabía qué podía hacer. Apretó los labios con fuerza para mantenerse firme.

El otro hombre se sentó junto a ella en el sofá e intentó captar su atención sin ningún éxito.

—Si nos cuentas lo ocurrido anoche te dejaremos en paz. A ti no te pasara nada, pero tienes que colaborar con nosotros —le dijo.

—¿Cuál era tu relación con el vecino del 2ºB? —le preguntó el otro inmediatamente.

Nora no contestó.

—¿Sabes si tenía mala relación con alguien que pudiera haberle hecho esto? —preguntó de nuevo el mismo.

—¿Dónde te encontrabas cuándo sucedieron los hechos? ¿No escuchaste ningún ruido?

Nora negó con la cabeza enérgicamente. Apretó los labios más, si se le ocurría hacer una pregunta más rompería a llorar. Así que una vez más permaneció en silencio, extendiendo en él la sombra de la culpabilidad. 

Who did it? #PGP2022Where stories live. Discover now