Capítulo 6. 1º

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Frente a ella se abría el pasillo. Al final de este había otra puerta de madera vieja. Apenas había luz. Pasó las manos por la pared buscando el interruptor, lo acciona provocando que se encendiera una tenue luz titilante. Avanzó a través del pasillo hasta llegar a la puerta. Sobre el marco de este un letrero indicaba que se encontraba ante el 1ºA. Nora vaciló un instante antes de tocar al timbre. Esperó durante unos segundos, pero no se abrió. Sin embargo, se escuchó ruido desde el interior de la casa. Se oyeron unos pasos acercándose a la puerta. Pero nadie abrió. En lugar de eso alguien emitió un gruñido.

—¡Vete de aquí! ¡No pienso hablar con nadie!

En ese preciso instante la luz se apagó. Se escucharon los pasos de su vecino alejándose de la puerta. Entonces escuchó unos pasos en la escalera que se abría a su izquierda, la luz volvió a encenderse y por allí apareció otra de sus vecinas, la del 2ºA. No recordaba su nombre.

—Ay chica, deja a Roberto. Tranquila que este hombre es un malhumorado. Sube conmigo si quieres.

La chica iba con su hijo pequeño en brazos. Nora se encogió de hombros y la siguió.

—Es muy extraño todo esto que ha pasado —comentó la chica mientras se alejaban de la puerta de Roberto.

Nora iba a decir algo, pero enseguida la chica la cortó.

—Tú eres la del 3ºA, ¿no? No te he visto mucho por aquí, eh —dijo—. Yo soy Andrea, la del 2ºA.

—Sí, soy Nora. Encantada de conocerte.

Subieron la escalera, Andrea introdujo la llave en la cerradura de su puerta y la abrió, igual que los secretos sobre sus vecinos. 

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