✔Min dynasty [Yoonmin]

🍁•••Epilogo P1•••🍁

[Ok, había dicho que serían extras, pero de ser así serían súper cortos y la cantidad se alargaria mucho; por eso decidí hacer un epílogo largo el cual parti en dos, considero que así queda mejor]

Era un nuevo día en el palacio, la servidumbre ya comenzaba a cumplir con sus obligaciones diarias; el olor del desayuno recién preparado se podía sentir con fuerza en las zonas cercanas a la cocina; así como también el aroma de las rosas que las damas utilizaban como loción después de su refrescante baño.

Todo parecía ir con normalidad, las personas dentro del palacio no habían cambiado nada, tampoco sus seres más cercanos. La rutina diaria se había vuelto repetitiva y cansada, ir de aquí para allá, personas educandolo para ser un gran rey, otras explicándole los modales que llevaría, comenzando desde la forma de sentarse hasta de cómo debería de dormir, algo que para el doncel no tenía sentido.

Con el pasar de los meses su mal humor creció; al igual que su vientre el cual se volvió sumamente pesado y hasta agobiante, el brillo en sus ojos se extinguió y solo quedaron dos cristales opacos y vacíos.

Pues ante la cruda realidad que le estaba tocando vivir sus ilusiones se iban apagando poco a poco.

Perdió la cuenta de cuantas noches lloró, cuantas veces se durmió con lágrimas en los ojos, y en cuantas veces se frustró cuando al hablarle y pedirle que volviera con él, sus ojos no se abrieron. Tan cerca y tan lejos, así es como se encuentra Jimin de su amado. Puede sentir su suave piel bajo su tacto, puede tocar sus delgados labios y acariciar el cabello; pero no puede escuchar un "te amo" Viniendo de su boca, extraña esos buenos días, extraña sentir sus manos acariciando cada parte de su cuerpo, sus ojos mirándolo con  adoración, su voz susurrándole al oído.

Siente tanta desesperación, tanto miedo y angustia, porque aunque todos quieran conservar la esperanza y le dicen que todo iría bien él ya no está tan seguro. Ya pasó por eso, ya sufrió una pérdida enorme, y siente que se hará más daño aferrándose a algo que jamás sucederá. Por eso mientras se cambiaba de habitación se permitió llorar amargamente, porque seguir ahí sabiendo que jamás volvería a ver su sonrisa lo lastimaba aún más.

Todos lo miraron feo, pudo ver tristeza en los ojos Daehyun, este le pidió que no abandonara a su padre, pero ya había tomado una decisión y sin mirar una última vez el cuerpo dormido de su amado salió por la puerta abandonando las últimas ilusiones.

Al príncipe le partió el corazón ver como días después de eso, una lágrimas adornaba la mejilla de su padre; entonces comprendió que aún en su profundo estado de sueño Yoongi pudo sentir la ausencia de Jimin.

Le dolía que se hubiera resignado tan rápido, su padre aún tenía pulso, había color en sus mejillas y su corazón latía, de forma débil, pero lo hacía; el que Jimin haya tirado la toalla tan rápido lo decepcionó grandemente.