✔Min dynasty [Yoonmin]

🍁•••30•••🍁

Para Yoongi despertar y ver los rayos del sol nunca fue algo de lo que se alegrará, siempre era la misma rutina, levantarse, bañarse, cambiarse, salir y enfrentar sus responsabilidades. Por supuesto que agradecía tener vida y salud, es solo que empezaba a aburrirse de su repetitiva vida.

Sin embargo esta vez, era diferente, por primera vez en mucho tiempo algo había cambiado, y ese cambio le gustaba, a tal punto que deseo que el tiempo se detenga para seguir apreciando tremenda obra de arte.

Sentir el peso de algo o alguien sobre él lo había desconcertado al principio, un cuerpo menudo y calientito se aferraba a él, mientras dormía plácidamente sobre su pecho, suspirando y ronroneando de vez en cuando.

Yoongi recordó todo lo que había ocurrido la noche anterior, la forma en la que nuevamente el Doncel se le había entregado, su pecho se llenó de orgullo, al saber que seguía siendo el único, su lado posesivo estaba más que satisfecho.

Tener a un cuerpo hermoso descansando sobre él, dormido y totalmente desnudo, su libido creció y su miembro dolió, ¿como podía ser tan provocador sin siquiera intentarlo? Jimin tenía algo que llamaba la atención de todos.

El cuerpo sobre él se removió un poco lo que provocó que las sábanas se movieran y rozaran suavemente con su erección, Yoongi maldijo internamente porque eso se había sentido jodidamente bien, quizá debería tomarlo mientras está dormido, si eso se escucho un tanto enfermo y claramente no lo haría, pero no negaba que la idea cruzó por su mente.

Llevó su mano a su suave cabellera, Yoongi comenzó a acariciarla, el Doncel desprendía un delicioso aroma natural, y ahora que lo tenía tan cerca solo deseaba seguir disfrutando un poco más.

Sonrió cuando Jimin restregó su abultada mejilla en su pecho, como un gatito buscando mimos, parecía estarlo disfrutando eso lo motivó a continuar, se miraba verdaderamente adorable, con su cabello despeinado, sus mofletes sonrosados, sus labios rojos y sus abundantes pestañas que descansaban sobre sus mejillas.

La calidez que emanaba de su cuerpo le daba una sensación de paz y tranquilidad, se sentía completo, como que solo cuando estaba con él no le faltará nada. Tal vez lo podía tener todo, poder, lujos, joyas, soldados y una gran lista de la cual disponía, pero Jimin era algo aparte, Jimin era eso que llenaba el vacío que las cosas materiales jamás llegaría a llenar.

─ Aigh, mira nada más, me haces pensar cosas vergonzosamente cursis ─ le dijo a la persona que aún dormía plácidamente sobre él, como si este lo fuera escuchar.

─ ¿Que me hiciste?─ Preguntó con voz más suave y baja, obviamente no recibió respuesta alguna, en vez de eso el Doncel se removió otra vez escondiendo su cabeza en la curvatura de su cuello.

Llevó su mano a su espalda desnuda, la sabana solo lo estaba cubriendo de la cadera hacía abajo, por lo tanto su piel estaba expuesta a su toque.

Wow su piel era tan tibia y suave, su mano se deslizaba sin problema alguno, lentamente fue recorriendo con parsimonia, sus dedos parecían dibujar un camino sagrado debido a la delicadeza con la que lo estaba tratando.

Sintió la necesidad de recorrer su espalda con su boca mientras dejaba un caminito de besos, marcandolo mientras lo hacía suspirar y tal vez apretar la sabana.

Se detuvo cuando sintió que estaba en el límite, es decir estaba justo donde iniciaba su trasero y la sabana no dejaba ver.

Hubiera sido capaz de levantar la molesta tela si no hubiera sido porque tiqueteos de la puerta lo interrumpió en el mejor momento.

Quien molesta tan temprano

Pensó el rey, al escuchar que los molestos toques no cesaban, justo cuando estaba tan cómodo ─ Rey Min, ¿está despierto?─ Era una mujer y se escuchaba verdaderamente preocupada.