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Caminaba a paso apresurado, casi corriendo, con el corazón latiendo a mil y el frío golpeando cada parte de su delgado cuerpo. A lo lejos pudo ver los grandes portones y a los dos guardias que cuidaban de estos, sin poder evitarlo comenzó a correr para llegar más rápido, cuando estuvo lo suficientemente cerca para entablar una conversación con ellos tomó una gran bocanada de aire para recuperar el aliento y llenarse de valor.

─ quiero ver al rey ─ habló con voz agitada.

Los guardias lo miraron y analizaron de pies a cabeza ─ tienes alguna invitación ─ preguntó serio uno de ellos.

─ No ─ respondió en voz baja, casi en un susurro pero uno de ellos alcanzó a escucharlo.

─ Entonces no podemos dejarte entrar ─ soltó el Guardia mirándolo de forma fría.

Jimin lanzó una maldición al aire, ellos no entendían la gravedad del asunto, él no estaría ahí si la situación no fuera importante, y ahora sólo quería entrar al Palacio, quería tener la fuerza suficiente para pasar sobre esos dos guardias y buscar a la única persona que podía ayudarle.

─ Escúchenme por favor, necesito hablar con el rey, esto es importante ─ insisto una vez más.

El Guardia que antes le había contestado todo los ojos ─ ya te dije que no ─ elevó más la voz ─ es mejor que te vallas a no ser que quieras que usé la fuerza ─

Jimin empezaba a desesperarse, entre más tiempo pasaba la vida de su madre se acortaba ─ por favor ─ suplicó. Al ver que no recibía respuesta se le ocurrió otra cosa que tal vez funcione.

─ podrían avisarle al rey que park Jimin quiere hablar con él ─ pidió y ellos lo miraron confundidos.

─ ¿para que o que? ─ preguntaron ambos mirando al pequeño Doncel a unos pasos de ellos.

─ si no fuera importante no estaría aquí, por favor si el rey no quiere verme les prometo que les haré caso y me iré, pero vayan y díganle que park Jimin lo busca ─ habló esperanzado.

El Guardia que casi no había hablado decidió hacerle caso, él conocía a Jimin muchas veces visita el Palacio porque el rey lo mandaba a llamar, por alguna razón pensó que el rey le interesaría atender al muchacho.

─ Está bien iré con el rey ─ dicho esto se ingresó al interior del Palacio en dirección al Salón real, donde estaría Yoongi.

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Yoongi se encontraba solo en estos momentos, hace poco había estado en compañía de sus concubinas pero estas se retiraron al harem, daehyun se encontraba en el campo de entrenamiento, por lo tanto quería disfrutar solo unos momentos de la tranquilidad de estar solo y relajado.

Los últimos días habían sido cansados, su itinerario es muy pesado y un tanto estresante, no se queja está consciente que es su deber como rey velar por el Reino, pero hay momentos en que solo anhela un poco de paz, aunque solo sean unos momentos.

Sin embargo esos pocos minutos de paz se vieron interrumpidos cuando uno de los guardias entró a la sala, su ceño se frunció pero trato de poner su mejor cara.

─ Rey Min, perdón por interrumpir su espacio y tranquilidad, pero hay un joven afuera que insiste en verlo ─ habló sin mirarlo a los ojos.

Yoongi puso su mano en su frente y suspiro cansado, creía que se trataba de otro campesino quejoso, no era nada fácil escuchar las quejas del pueblo y por ahora solo quería estar rodeado de un agradable silencio.

✔Min dynasty [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora