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Lentamente Jimin se sumergió en el agua y suspiro gustoso, si hay algo que le había gustado desde que llegó al Palacio eran los baños de tina, sus músculos se relajaban al sentir la tibia agua, habían unos cuantos pétalos de rosa para que su cuerpo quedará con un agradable aroma.

Quería estar lo más presentable y bonito posible para hoy en la noche, sería la primer fiesta a la que asistiría como concubino del rey, y aunque en un principio se rehusaba a ir, ahora que la hora estaba cerca sentía unos nervios enormes.

No quería dejar en ridículo a Yoongi frente a otro rey, es verdad que era y sigue siendo una persona sencilla, pero se esforzaría para dar una buena impresión.

Miro los pétalos bailar cerca de su cuerpo, y se preguntó si para Yoongi él era bonito, pues él no tenía una hermosa y cuidada piel, su cuerpo era demasiado delgado, su cabello era rebelde y sus mejillas eran demasiado rellenas.

Luego recordó a sus otras concubinas, mujeres hermosas y llenas de gracia, muy educadas y admirables. en cambio el solo era un aldeano con mucha suerte, ¿era normal sentirse insuficiente y pequeño? Negó eliminando esos pensamientos, los nervios lo estaban traicionando y en estos momentos tenía que ser optimista.

Salió de la tina, Quito la tapa y dejó que el agua corriera, cuando esta había salido toda volvió a poner la tapa en su lugar, caminó hacia afuera con una toalla bastante suave y se dirigió al armario para buscar algo bonito.

La verdad es que todo lo que le habían dado era hermoso, pero quería verse radiante esta noche, así que luego de unos minutos se decidió por un hanbok color lila con decoraciones de flores.

Seco y peino su cabello, por primera vez decidió usar el maquillaje que le habían obsequiado, buscó en una de las gavetas hasta que lo encontró, un poco de sombra que hiciera juego con el hanbok, con un poco de rubor para no verse tan pálido, labial y delineador, siendo cuidadoso que se viera suave y discreto.

Puso un poco de crema en su cuerpo junto con la loción. Se miró al espejo y sonrió satisfecho, le gustaba lo que veía, recordó las palabras de su madre "tienes un alma y una apariencia hermosa, llegará el momento en que alguien más verá la belleza que yo veo en ti, y será imposible no caer en tu encanto".

Al principio creía que ella se lo decía nada más por ser su madre, cuando la verdad estaba siendo más sincera que nunca.

Los tambores resonaban por toda la sala, las bailarinas que entretenían a los invitados danzaban con una sonrisa de oreja a oreja, los cocineros repartían el vino y los bocadillos, el festejo era alegre, Jimin no pudo evitar pensar en la primera vez que visitó el palacio, era en una fiesta parecida a esta.

Esa vez había tenido mucho miedo, pues se le había pagado con el único propósito de entretener y sacarle una sonrisa al rey, él solo había pedido a los dioses que su baile fuera del agrado de su Majestad, no contaba que Yoongi caería pero no sólo por su baile, si no por el también.

Yoongi estaba hablando con el rey de silla, ambos con una copa de vino en sus manos y sonriendo alegres.

Un suave tacto lo trajo de nuevo a la realidad, cuando se dio la vuelta vio una delicada mano en su hombro, Yoonah le había llamado pero al ver que este no respondía lo llamó de esta manera.

─ Noona ¿pasa algo? ─ pregunto el menor.

─ Quería preguntarte qué tal te parece la fiesta, te he notado algo distraído, ¿estás bien? ─ a pesar del ruido de la música Jimin pudo escuchar lo suave que era su voz ─ Estoy bien Noona muchas gracias, el ambiente se siente muy alegre, y se ve que todos se divierten mucho ─ soltó mientras miraba de forma disimulada a Yoongi, quien estaba distraído.

✔Min dynasty [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora