Él es mi vecino ~Lando Norris ~ (Parte 2)

Capítulo 201

- Hola - dijo Lando cuando me vio salir de casa con la maleta para ir a casa de sus padres para celebrar la navidad.

- Hola ojazos - dije cuando Lando se acercó y me abrazó.

- ¿Cómo estás? - preguntó Lando mientras seguía abrazado a mi.

- Bien, ¿y tú? ¿Estás bien? - pregunté.

- Sí, solo que como vamos a estar unos días separados, sólo quería darte un abrazo - dijo Lando.

- Anda, no me seas bobo - dije.

- Intenté ser romántico, pero se ve que se me da fatal - dijo Lando.

- Un poco, pero no te preocupes ya mejoraras - dije y me reí.

- No me animas mucho, pero bueno lo has intentado - dijo Lando.

- Como tú lo de ser romántico - dije.

- Anda, pero si has empezado el día competitiva - dijo Lando.

- No, has empezado tú - dije y lo abracé.

- ¿Segura que quieres ir a casa? - preguntó Lando.

- No, sólo hice la maleta por gusto - dije y sonreí.

- ¿Sarcasmo no? - preguntó Lando.

- Puede ser -  dije y no pude evitar reírme por la cara que ponía de Lando a cada cosa que decía.

- Vamos, que al final ni llegamos a la cena - dijo Lando.

Nos subimos al coche y Lando condujo hasta la casa de los padres. Por el camino íbamos hablando de cosas de la temporada y lo que podría pasar para la próxima temporada.

- Mi querida Dalia - dijo la madre de Lando cuando nos vio llegar a la casa.

- Hola Cisca - dije mientras que nos abrazábamos.

- Que bueno es verte recuperada por completo tras el accidente - dijo mientras que me seguía abrazando.

- Ha costado, pero he podido salir hacia delante - dije.

- Hola Dalia, querida - dijo Adam al verme.

- Hola señor - dije y me abrazó.

- ¿Cómo estás? Muchas felicidades en tu primer año - dijo Adam.

- Muchas gracias, ha sido una gran experiencia - dije.

- ¿Preparada para trabajar con Max? - preguntó Adam.

- Creo que sí, no estoy muy segura - dije y ambos reímos.

- Entremos y dejáis las cosas en la habitación de Lando - dijo Cisca.

Entramos a la casa y subimos la segundo piso para ir hasta la habitación de Lando, su madre había preparado la habitación para los dos.

- Está empezando a llover - dijo Lando mientras que miraba por la ventana.

- Como me encanta ver llover - dije  mientras que lo abrazaba por detrás.

- Estás viviendo en el mejor sitio del mundo - dijo Lando mientras que me acariciaba las manos.

- Pues sí la verdad - dije.

- Hola - dijo entrando Oliver a la habitación.

- Hola - dijimos Lando y yo separándonos.

- ¿Qué tal el viaje? - preguntó Oliver.

- Muy bien, estamos un poco cansados, pero por la temporada que llevamos - dijo Lando mientras que yo me sentaba en la cama.

- ¿Preparada para trabajar en RedBull? - preguntó Oliver.

- No, es imposible prepararse para eso - dije y sonreí.

- Chicos, en nada preparamos la cena, y Lando os comprado el pijama de este año, lo tenéis aquí - dijo su madre apareciendo con una bolsa y dos pijamas para hacernos la típica foto.

- Mamá, que a Dalia no le gusta estas cosas - dijo Lando.

- No le haga caso, no me conoce - dije mientras que cogía la bolsa.

- ¿No celebráis la navidad en tu casa? - preguntó Cisca.

- No así, mi familia siempre hace fiestas grandes, nunca se queda entre nosotros - dije.

- Pues esta noche te lo vas a pasar genial. Para ti también hay regalos - dijo Cisca.

- No hacía falta - dije y la miré.

- Has cuidado muy bien de nuestro Lando, es lo menos que podemos hacer - dijo su madre.

- Lando es todo un desastre - dije y reí.

- Estoy aquí - dijo Lando.

- Sois muy buenos amigos, y que vengas es todo un placer. Disfruta de estos dos días - dijo Cisca.

- Muchas gracias - dije.

- Me voy a hacer unas cosas, luego nos vemos - dijo Cisca.

- Me voy al jardín, quiero aire fresco - dije a Lando mientras que salía detrás de su  madre.

Me senté en un sofá que tienen en el porche. Me puse a ver como llovía mientras que pensaba un poco todo lo que había pasado en esto últimos meses.

- Te he  traigo una manta - dijo Adam mientras que me la colocaba y se sentaba a mi lada.

- Muchas gracias - dije y le sonreí.

- ¿Estás bien ? - preguntó.

- Sí, solo pensado en las cosas locas que me han pasado en estos meses - dije.

- Lando me ha contado lo tus padres. Me lo contó porque me dijo que no sabía como podía ayudarte pero que quería ayudarte - dijo Adam.

- Menos mal que fue conmigo ese día, la verdad es que fue algo muy surrealista y a veces es tipo, ¿enserio? - dije y Adam no paraba de mirarme.

- Sé que ahora Lando y tú, no tenéis nada - dijo Adam.

- ¿Es lo que deberíamos hacer? - pregunté. En ese momento sentí que Adam me estaba dando el consejo que necesitaba de mi padre.

- Sí. Habéis pasado por mucho en muy poco tiempo y ahora mismo necesitáis parar y ver si realmente estáis hecho el uno para el otro - dijo Adam.

- Eso es lo que pensamos los dos - dije.

- Pues quédate con eso y no pienses en nada más - dijo Adam y me abrazó.