Él es mi vecino ~Lando Norris ~ (Parte 2)

Capítulo 215

Pasaban las semanas, y yo no paraba de trabajar. Llegaba a veces muy tarde a casa y casi siempre  Lando me esperaba para cenar juntos.

Muchas veces salía tarde porque teníamos mucho trabajo y para que no volviera sola a casa Lando me iba a buscar, traía a Max, su mejor amigo,  con él para que se llevase mi coche y yo volvía con Lando. Seguimos siendo lo mismo que antes, a veces si nos dábamos algún que otro beso pero no pasábamos de ahí.

- ¿Ya tienes la maleta preparada? - dijo Lando entrando a casa mientras preparaba la cena.

- Sí, sólo me faltan coger las cosas que tengo tendido -  dije mientras que se acercaba Lando a mí y me daba un beso.

- Me encantan tus besos de verdad - dijo Lando.

- Tus labios son... especiales - dije y lo miré a los ojos.

- Voy a recogerte la ropa - dijo Lando saliendo al jardín donde estaba la ropa.

- Vale.

Seguí preparando la cena, era algo sencillo pero para comer nosotros era genial.

- Dios, no me gustará nada verte con esta ropa - dijo Lando mientras que estaba la ropa de RedBull.

- Tranquilo, que siento lo mismo, no te preocupes por eso -  dije.

- ¿Por? - preguntó Lando.

- Porque mi corazón seguirá siendo de McLaren - dije y lo miré.

- ¿Y mío? - preguntó Lando.

- Para eso tienes que ganártelo -  dije.

- ¿Más? - preguntó Lando.

- ¿Yo lo conseguido contigo? - pregunté.

- No del todo - dijo Lando.

- ¿Te estás picando? - pregunté.

- Puede ser - dijo Lando.

- Que bobo eres a veces - dije y lo abracé.

- Sí, solo a veces - dijo Lando.

- Ya veo ya, pero bueno no pasa nada - dije.

- ¿Tienes ganas de empezar la temporada? - preguntó Lando.

- Creo que sí, he estado hablando con José porque he estado ayudando con el coche tuyo y este año vamos a lograr muchas cosas - dije.

- ¿Pero no se suponía que no podías hacer nada? - preguntó Lando.

- Claro y no puedo entrar en la fábrica. Pero nadie me prohibió hablar con mi querido José - dije.

- Así que trabajas en dos coches - dijo Lando  mientras que nos sentábamos a cenar.

- ¿Por qué no me lo habías contado antes? - preguntó Lando.

- Porque se me había olvidado, son muchas cosas que tengo en la cabeza - dije y lo miré.

- Estás trabajando muchísimo debes parar - dijo Lando.

- Tranquilo, estoy bien - dije y lo miré.

- ¿Segura? - preguntó Lando.

- Sí tranquilo - dije.

- ¿Mañana vas con el equipo en el avión? - preguntó Lando.

- Sí, tengo que ir hasta la casa de Christian y luego vamos juntos - dije.

- La favorita del jefe - dijo Lando.

- Ojalá, pero no - dije.

- ¿Enserio quieres ser su favorita? - preguntó Lando.

- No bobo, era ironía - dije y reí.

- ¿Tienes ganas? - preguntó Lando.

- Sólo quiero volver a trabajar contigo - dije y lo miré.

- Yo también, lo he notado durante estas semanas, todos me entienden pero como nos entendemos nosotros no hay nadie - dijo Lando.

- Es que hablamos mucho y sé como eres. A veces era complicado cuando veía a José intentar explicarte una cosa y tú te negabas a entenderlo - dije. 

- Es que a veces me cuesta entenderlo - dijo Lando.

- No, a veces no quieres entenderlo que no es lo mismo - dije.

- También es verdad - dijo Lando.

- Tranquilo que no vamos a seguir viendo. Hablé con Christian y me dijo que podía entrar en el box y hablar con ellos pero no revelar nada de RedBull - dije.

- ¿Enserio? ¿Así de fácil? - preguntó Lando.

- No, no ha sido así de fácil. Por eso habían días que salía más tarde - dije.

- ¿Por qué? No lo he cogido - dijo Lando.

- Para ganarme su confianza. Muchas veces me pedía que comiéramos juntos o tomarnos un café y teníamos largas charlas y entendió porque no quería irme del equipo y porque me llevaba tan bien con todos - dije.

- Tienes unas formas muy buenas para ganarte a la gente - dijo Lando.

- Yo sólo lo intento y sólo muestro como soy realmente - dije.

- Y así me conquistaste - dijo Lando.

- ¿Enserio? - pregunté.

- Tienes tantas cosas buenas, y me he enamorado de cada cosa tuya - dijo Lando.

- Aunque a veces.. - dije.

- No valoro todo - dijo Lando.