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Scarlett Jhonson
No puede ser real lo que ven mis ojos, esto no puede ser cierto.
«Jack... No... Detente...»
—Scarlett.—A pesar de la distancia pude sentir que susurró en mi oído.
Me pongo de pie sin dejar de mirarlo, Jack sólo se queda ahí quieto mirándome desde la distancia.
El bosque comenzó a deformarse y tornarse oscuro.
Jack dá un paso adelante y yo doy dos hacia atrás, se acerca más y yo me alejo más.
Estira su mano garra esperando a que yo la tome.
—Scarlett... Ven aquí...—Susurra con voz ronca.
Negué con la cabeza a punto de llorar.
—Entonces...—Sonrió mostrando sus colmillos.—1... 2... 3... ¡Jack irá por ti!—
Se aproximó a mí dando grandes zancadas dispuesto a atraparme.
—¡No! ¡Detente, ya déjame tranquila!—Comencé a correr con todas mis fuerzas.
Escucho muy cerca de mí sus pasos apresurados y su respiración agitada, junto con risas maliciosas.
—Que tierna te ves huyendo de mí. Me perteneces, pastelito.—Dice riendo a mis espaldas.—Estaremos juntos hasta el día de tu muerte, eres para mí. Naciste para mí, Scarlett—.
—¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE! ¡TE ODIO! ¡NO TE SOPORTO!—Grité cubriendo mis oídos en un inútil intento de no seguir escuchándolo.—¡SOCORRO! ¡AYÚDENME! ¡SPLENDOR!—
Miré a mis espaldas y Jack cada vez se acerca más a mí, está a unos pocos pasos para atraparme.
—Juro que voy a recuperarte, mi algodón de azúcar. Los mataré a todos.—Amenazó con una voz completamente deformada.—Y si te resistes, te mataré de la manera más lenta y dolorosa, muerta es como finalmente me pertenecerás. Muerta ya nadie volverá a arrebatarte de mi lado—.
Sus palabras y amenazas cada vez me aterran más, hoy sí va en serio y lo creo capaz de todo para volver a tenerme sólo para él.
Dí un mal paso, me torcí un poco el tobillo y caí duramente al suelo.
Jack rió por mi desgracia.
—¡Ya te tengo, caramelo!—Exclamó lleno de euforia.
Aún tirada en el césped me giré completamente aterrada, y Jack con una enorme sonrisa diabólica en su rostro se abalanzó sobre mí.
