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Scarlett Jhonson
No soy capaz de moverme, de hablar o de gritar. Estoy paralizada.
Una gran sombra se asoma sobre mí, sé que es él.
Tengo mucho miedo, estoy congelada del miedo, no soy capaz de darme la vuelta para encararlo.
—Scarlett...—Su gran mano tocó mi hombro.
Me dí rápidamente la vuelta para verlo con mis ojos muy abiertos por el miedo. Siento que el corazón se me saldrá del pecho.
—¡Aléjate de mí! ¡No me toques! ¡Ni se te ocurra acercarte!—Me apegué lo más que pude a la puerta que está detrás mío.
—Scarlett, no quiero hacerte daño. Vine por ti y quiero que regreses conmigo, por favor.—Su aterciopelada voz salió afligida, pero sé que está fingiendo.
—¡No quiero verte! ¡No quiero hablar contigo! ¡Vete!—Mis ojos empezaron a picar por las lágrimas.
Hubo un momento de silencio y después Jack rió de manera escandalosa y exagerada.
Me encogí de hombros muy asustada por su repentina carcajada.
—Mírame; Aquí estoy haciéndome trizas por tu culpa, y aún así con las pocas fuerzas que me quedan intento hacerte sonreír.—Dice Jack con amargura y con voz quebrada.
Íba a insultarlo y a seguir gritándole, pero hubo un momento en el que mi cabeza y oídos comenzaron a doler y a retumbar con fuerza y un hilo de sangre salió de mi nariz.
«¿Pero qué mierda?»
Solté un grito cuando ví que mi ventana fue destrozada por una especie de tentáculos negros.
—¡Vámos, Slendy! ¡Dá la cara! Ja ja ja—Jack rió con burla.
Quedé totalmente paralizada y absorta cuando entró por la ventana un extraño ser sin rostro.
Es el mismo sujeto que ví en el circo, junto con los tipos enmascarados.
Ese otro ser sin rostro abrió su boca gruñendo ferozmente y mostrando colmillos muy filosos.
«¿Este otro ser será Slenderman?»
Es enorme e intimidante, es incluso mucho más alto que Laughing Jack.
Jack también gruñó de manera horrible mostrando sus grandes colmillos y sus garras crecieron grotescamente. Me aterra más esa otra faceta de Jack, parece el mismísimo demonio en persona.
Slenderman sacó uno de sus tentáculos para atravesar el estómago de Jack, pero él desapareció en una nube negra y después Jack apareció atrás de mí rodeando mi cintura.
Lamió mi cara y me retorcí por el asco y el miedo.
—¡ELLA ES MÍA! ¡NADIE ME LA VOLVERÁ A ARREBATAR DE MI LADO!—Jack le gritó desafiante a Slenderman y desaparecimos en una nube negra.
