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-Entonces, quién quiere empezar?- preguntó el profesor de pociones creando un silencio de lo más incomodo.- Por qué no me cuenta algo señor...
-Blaise Zabini.- respondió este antes de dejarlo terminar.- La verdad es que no hay mucho que explicar, al menos sobre mi, no hay nada.
-Oh, pero escuché que lo han fichado para el equipo de quidditch como cazador, no es así? Sus padres deben estar muy orgullosos además de las magníficas notas que está obteniendo.- trató de animar el ambiente con una sonrisa cálida.
-Bueno, verá, mi último padrastro... murió a causa de un accidente. Mi madre en cambio si que está orgullosa.- aclaró este haciendo que las hermanas Carrow se miraran entre si con una sonrisa cómplice, por que siendo sinceros, que ese no era su séptimo marido? Sin duda alguna la señora Zabini sabía elegir cautelosamente sus parejas las cuales todas y cada una de ellas moría misteriosamente. Quién no la adoraría?
Kaia se sintió mal por el moreno, se imaginaba que lo debería haber pasado mal sin una figura paterna real. Sentía que de alguna manera, el chico estaba cansado.
-Muy bien, muy bien, y que me cuenta de usted... señor Belby?- preguntó al chico de Hufflepuff que comía sin parar casi sin respirar.- Que tiene de interesante para explicarnos? Quiero decir... su tío, Damocles, un gran hombre sin duda, el inventor de la poción matalobos es todo un genio, no es así? Estoy seguro de que debes admirarlo mucho!- mencionó este de repente.
Y en ese momento, la tos de Kaia se hizo presente en la cena llamando la atención de todos los que se encontraban ahí, ganándose miradas un tanto extrañas. Por qué de todas las pociones tenía que ser aquella?
-Lo siento, lo siento mucho.- se disculpó en ese instante consiguiendo que Flora Carrow y Cormac McLaggen se empezaras a aguantar la risa.- Perdón.
-Tranquilícese señorita Sparks, no hay motivo para preocupación.- le dijo el profesor con un tono amable.- Querría explicarnos alguna cosa sobre su familia? La verdad es que nunca escuché el apellido Sparks, curioso, por eso la he citado además de tener un talento nato para las pociones...
Mierda, y ahora que se suponía que debía contestar? Se quedó balbuceando cosas mientras que creaba más sospechas de parte de todos en especial de Hermione la cual la miraba con intriga y curiosidad.
Había escuchado el nombre Sparks en algún sitio, por qué no era capaz de acordarse? Sería mejor que se lo apuntara para consultarlo después.
-Mi familia, eh, bueno, Sparks no es un apellido común, supongo que mi padre era de otro lugar.- respondió ella ahora mirando su plato muy avergonzada y nerviosa.
-Espera, has dicho era? Está muerto?- preguntó Melinda Bobbin con más curiosidad haciendo que Kaia asintiera rápidamente.- Eso debe ser duro...
Hermione y Harry al igual que Blaise y Neville miraron de mala manera a la Ravenclaw la cual siguió comiendo de su plato. Cuando creyeron que todo había terminado, más horribles voces empezaron a atacar a la chica.
-La verdad es que nunca te hemos visto, en serio vas a este colegio?- le preguntó Flora de manera burlona haciendo que Kaia quisiera morirse en ese momento. Por qué había gente tan cruel? Y seguramente si tuviera la confianza, le respondería de la mejor manera posible.
Pero no la tenía y quería gritar y llorar. Quería desaparecer de ahí y dejar de existir. -No la estás viendo?- preguntó Blaise respondiéndole de mala manera.- Vaya pregunta más estúpida...
-Pero tiene razón, la chica parece un fantasma por Hogwarts, no sabía que existía hasta que la he visto, por eso le pregunto, cómo es que apareces de la nada?- insistió Cormac ahora dirigiéndose a la Hufflepuff nla cual suspiró de manera muy nerviosa.
Neville pudo ver como le temblaban las manos, que ahora rápidamente escondía debajo de la mesa. -A lo mejor no la has visto por que estás en un curso más, Kaia está desde su primer año.- intervino el chico enfrentando al Gryffindor que rodo los ojos.
Y cuando Flora quiso seguir debatiendo, su hermana la miró advirtiéndole que parara con el tema pues, que necesidad había? Cuál era el punto de todo eso?
El incómodo silencio reinaba en la mesa donde se encontraban y en lo único que podía pensar la chica era en que no podía llorar.
-Siento lo de su padre señorita Sparks, su madre debe estar devastada.- dijo ahora con lástima el profesor haciendo que la chica no pudiera más. No iba a derrumbarse delante de nadie, menos de gente a la que tenía cero confianza.
Se levantó con algo de prisa, sin embargo antes, tomó todo el valor que tenía para mirar a sus supuestos compañeros.
-Mi madre también esta muerta, estoy yo sola, y si no voy a clase es por culpa de gente como vosotros.- dijo antes de irse de allí dejando a todos sin palabras no sin antes mirar a Harry quien no había dicho nada en toda la cena.
Por qué había una parte de ella que creía que el azabache diría algo? Ridículo.
Lo que no sabía, era que Harry estaba tan sorprendido como triste. Ella le había mentido cuando le había hablado de sus padres... por qué?
Fue demasiado tarde para reaccionar pues ella ya se había ido. No obstante, miró a Cormac el cual mantenía una sonrisa orgullosa mientras miraba su plato, cosa que le molestó aún más.
-Que necesidad había de tratarla mal?- preguntó este dejando a la castaña sorprendida.
-No hemos dicho nada malo, no sabíamos que fuera huérfana.- aclaró Flora mientras se miraba las uñas, con todo desinteresado enfureciéndolo aún más.- Relájate Potter, ni que se fuera a morir por un simple comentario.
Que sabía ella lo mucho que podía llegar a doler un simple comentario? -Señor Potter, tranquilícese, a lo mejor la señorita Sparks no ha tenido un buen día, estoy seguro de que no ha sido nada.- empezó a decirle Slughorn.
En ese momento, Blaise negó con desaprobación para si mismo al ver que todo lo que estaban diciendo estaba mal por el simple hecho de que no tenían derecho a comentar ni decir nada de nadie.
Harry miró al profesor para después quitarse la servilleta y dejarla encima de la mesa. Se levantó y miró a Neville y Hermione los cuales le dedicaron una mirada aprobatoria.
-Si es así como van a ser sus quedadas, no cuente conmigo nunca más.
