Angelito [Katsudeku]

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–¿Deku? ¿Qué haces aquí?
 
Para ser sinceros, Katsuki nunca imaginó toparse que el peliverde en aquel lugar, que trabajara en algún área estaba descartado, él mismo le había dicho que Shoto no le dejaba trabajar, más a parte que no tenía nada de experiencia en la industria de la moda.
 
–Bueno…. Shoto me trajo– soltó el pecoso en tono tímido, mientras guardaba sus manos en el abrigo que llevaba puesto.
 
Por su puesto, casi olvido ese pequeño detalle llamado Shoto.
 
–Claro, había olvidado al bastardo mitad y mitad ¿dónde está?
 
A Izuku se le escapó una tenue risilla debido a lo dicho por Katsuki, pues su vocabulario a veces se asemejaba al de aún adolecente, aún que realmente puede llegar a ser demasiado educado o profesional en lo que hace.
 
–Pues, supongo que tiene demasiados negocios que atender. Esta realmente ocupado.
 
Un suspiro nace en la boca del pecoso y es la oportunidad que Katsuki necesita, no necesita esperar a que el viaje termine, hablará con Izuku si o si y él sabrá la verdad, alguien como el no lo merece.
 
–Entonces…. ¿Te gustaría ir a comer? Tengo tiempo y…. Tengo que hablar contigo.
 
Pregunta con seriedad y la atención de Deku se clava en él, el chico duda un poco, pero termina accediendo. Ambos salen del hotel donde se hospedan y mientras Izuku habla de algún tema sin importancia que sacaron hace rato, Bakugo esta tecleando con rapidez en su celular.
 

 
Tu:
Ey pelos de mierda
¿Podrías encargarte un rato? Tengo cosas que hacer
 

Pelomierda:
Eh?!!! Se supone que aquí el encargado eres tú!!
En que demonios te estás entreteniendo?
Bakugo?
Con un demonio! Responde!

 
Sabia que los mensajes de Kirishima iba a estar molestando, así que puso su celular en modo silencio y ambos continuaron caminando, no tardando mucho en llegar a un pequeño restaurante no muy lejos del hotel.
 
–Fue la época donde todos me llamaban friki solo por que me gustaba el manga de All Might– Izuku termina su relato, recuerdos de secundaria que empezaron por vaya a saber por qué, pero terminaron hablando un poco de su pasado.
 
Bakugo ríe de solo imaginar a un Izuku friki, si de por si a estas alturas aún parece un Nerd, no quiere ni imaginarse a un Nerd que se la pasa hablando de manga.
 
–A mi también me gustaba ese manga– dice de repente y Deku se sorprende, en seguida su mirada se ilumina.
 
–¿En serio? ¿Cuál fue tu tomo favorito? ¿Lograste conseguir mercancía especial? Yo solo estuve en unos cuantos clubs de fans y así me gané un par de volúmenes con el autógrafo del mismísimo creador
 
–Okey okey, con calma, para empezar… solo unos cuantos pósters de edición especia y…. Logre ser el presidente de fans a los 12.

Dice y toma un sorbo a su café.
 
–¡¿En serio?! Decían que conseguir algo así era realmente difícil ¿cuánto tiempo lo fuiste?
 
La mirada emocionada de Deku era algo que agradecía presenciar, sus ojos parecían brillar cada vez más, su sonrisa era amplia y radiante, un verdadero ángel frente a él. Quería proteger esa sonrisa.
 
–Mantuve ese club de fans en excelentes condiciones hasta… no lo se, cuando iba a entrar a la universidad. Pero seguí de cerca los últimos tomos que salieron–
La sonrisa de Izuku cambió a una un poco más melancólica, recuerda sus días de preparatoria, en esos días también seguía con su obsesión por All Might, hasta que conoció a Shoto y poco a poco fue dejando de lado aquello que le gustaba tanto, un pequeño intercambio para poder pasar tiempo con quien, en aquel entonces, fue su amor.
 
–Yo deje de seguirlo un poco cuando iban los primeros años en preparatoria.
 
Eso le extraño a Katsuki, el chico parecía un verdadero friki, demasiada obsesión y gusto por ese manga, no lo culpa, era increíble, entonces ¿Por qué?
Y Deku parece leer la confusión en sus ojos, da un sorbo a su café y le dedica una sonrisa tímida.
 
–Entre las clases y proyectos, pasar tiempo con amigos y todo eso, apenas me sobraba tiempo para leer y disfrutarlo, luego conocí a Shoto; tuve menos tiempo.
 
Ah claro, el bastardo ese. Izuku dejó de lado algo que amaba por él y ¿así le esta pagando? Se contiene para no soltar toda su lista de insultos al bicolor, solo suspira.
 
Piensa un poco y finalmente abre la boca para hablar.
 
–Deku….. ¿confías en mi?– La pregunta viene acompañada con un tono de preocupación que paso desapercibido por Izuku, quien se sorprende un poco cuando la mano de Katsuki se posa sobre la suya, haciendo que sus mejillas se tiñan de rojo.