Capítulo 16

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El viaje hacia Escocia había durado solo tres días, pero estaban más que cansados, no se habían detenido en ninguna hostería para descansar

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El viaje hacia Escocia había durado solo tres días, pero estaban más que cansados, no se habían detenido en ninguna hostería para descansar. Lo único que deseaban era estar lo más lejos posible de Londres.

—¿Dónde vive exactamente tu amigo escocés, Christian? — preguntó Jayne.

—Nial y yo quedamos en que nos encontraríamos en Briar Glen, ahí lo esperaríamos.

—¿Y este es Briar Glen? — preguntó Amelia.

—No — respondió Alex —, más adelante lo encontráremos, es una posada donde todos los viajeros pasan la noche y descansan.

Luego de la explicación de Alex, volvieron a subir al carruaje, Jayne y Amelia estaban cansadas del incómodo traqueteo que mantenía el coche, pero nada podían hacer, el camino era de piedra y tenía algunos baches. Unas horas más tarde el carruaje se detuvo frente a una gran mansión, esta tenía un enorme jardín lleno de diferentes plantas ya marchitas, y que seguramente en primavera se vería hermoso lleno de diversidades de flores, en la entrada había un letrero bien grande que decía "BRIAR GLEN".

Al entrar pudieron observar la sencilla, pero bella decoración del interior, muchas velas alumbraban el lugar, y una chimenea en el hall mantenía bien caliente todo el espacio, y es que para estar en otoño, en las tierras altas del sur el frío era más intenso que en Londres. Cerca de la chimenea había tres grandes sillones, y más atrás había un mostrador de madera gruesa pulimentada con barniz.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlos? — todos miraron a la señora de mediana edad, Jayne y Amelia no entendieron lo que la mujer había dicho, ya que había hablado en gaélico.

—Buenas tardes, solo queremos pasar la noche — respondió Christian en gaélico sorprendiendo a Jayne. Al parecer era cierto que él sabía hablar gaélico.

—Por supuesto, justo tenemos dos habitaciones para dos parejas de casados — respondió la mujer sonriendo y caminando hacia el mostrador, donde tomó dos llaves —. ¿Dónde están sus baúles? Dean los llevará a sus habitaciones. Por cierto soy Evaine, pero todos me dicen Eve.

—Un gusto, Sra. Eve — dijo Christian sonriendo y tomando las lleves —, pero nuestras pertenencias están aquí — señaló los pequeños baúles que tenían él y Alex en las manos —. Muchas gracias.

—Es un placer, los guiaré a sus habitaciones — dijo Eve y todos siguieron a la mujer, Jayne miró a Christian sonriendo y alzando una ceja.

—¿Qué? — preguntó Christian mirándola de igual manera.

—No sabía que dominaras tan bien el gaélico, pensé que bromeabas cuando me dijiste que sabias este idioma — respondió Jayne y Christian se acercó lo suficiente como para susurrarle al oído.

—Y aún debo mostrarte que más domino a la perfección — dijo él mirándola con picardía y deseo, Jayne enrojeció cuando por su mente pasaron los miles de cosas que Christian podría hacerle cuando estuvieran solos en la habitación.

Lazos del pasado (Saga #2 «Amores encadenados»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora