Lady Jayne William estaba decidida a entregarse y a casarse con el amor de su vida, pero Lord Christian Evans, Marqués de Winchester, no tenía los mismos planes, así que sin más la rechazó haciendo que sus padres la repudiaran y exiliaran al campo.
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¡POR DIOS! Es algo que aún no me creo, Lord Leonardo William Y la Srta. Katherine Debinham, ¡están comprometidos! Sinceramente, no me lo esperaba, estoy empezando a creer que al marqués le gusta el apellido Debinham. Primero con la sobrina y ahora con la hija. Da mucho que pensar. Aunque si lo vemos desde otro punto de vista, la Srta. Katherine Debinham, tiene mucha suerte de estar comprometida con uno de los hombres más deseados de Londres, y todos sabemos por qué.
Está de más decir que la Srta. Debinham está en su última etapa para encontrar esposo. Esto pone en duda algunas cuestiones que no quiero mencionar, pero todos sabemos cuáles son.
Por otra parte, no hemos sabido nada del matrimonio Warwick, la condesa sigue sin dar señales de volver y mucho menos la mayor de las hijas del conde de Warwick.
Esto no terminará nada bien.
Revista de sociedad de lady Kent.
Estados Unidos, Nueva York 1824
¿Cómo hacerle pagar a la persona que arruinó tu vida de la peor manera?
Esa pregunta no salía de la mente de lady Claire Tumbler, mirando hacia el jardín de su residencia a través de su gran ventanal, pensaba en la forma de vengarse de su hermano. Pero eso solo podía lograrlo volviendo a Inglaterra.
Aun así había jurado no hacerlo hace ya muchos años.
En ese instante entró el ama de llaves de la residencia.
—Milady, esta carta es para usted — dijo la mujer de años más avanzados que Claire.
Lady Claire tomó la carta y le agradeció a su ama de llaves. Una vez estuvo sola, decidió abrir la carta y verificar quien la enviaba.
—Christian Maxwell Evans Johnston, marqués de Winchester — susurró Claire frunciendo el ceño al identificar su antiguo apellido —. ¿Christian? ¿El pequeño Christian?
Lady Claire no podía creer que su sobrino, ese que había dejado cuando apenas era un bebé de tres años, le había enviado una carta. Sin esperar más decidió leerla completamente.
21 de septiembre, 1824
Primeramente le doy un saludo cordial de mi parte, y como no debe conocerme me presento, soy Christian Evans, marqués de Winchester. Le escribo para informarle que tengo en mi poder las cartas y evidencias que prueban que lord Lewis Evans y lord Jacob Straton son culpables de crímenes imperdonables, entre ellos la separación entre usted y su hija, y antes que nada, sí, estoy al tanto de cada detalle del pasado de mi padre, de Warwick, y la aventura que tuvo con lord Caleb William.
