Secret [Hermione y tu]

Capítulo 11

Draco POV.

Tan pronto ambas se fueron mi pulso comenzó a acelerarse. Mierda, mierda. —Esto es mi culpa...—Murmuré. Tenía que encontrar a Harry.

Dejé mi libro en la sala común y salí prácticamente corriendo, buscando entre los pasillos, preguntándole a las demás personas. En esos momentos odiaba no tener el estúpido mapa con el que Harry siempre me encontraba.

Eventualmente lo encontré parado junto con Hermione y Ron, me acerqué sin más para tomar su brazo y arrastrarlo lejos.

—Necesito hablar contigo.

—Draco, yo... —Intentó decir, pero sin dejarlo terminar lo hice entrar a un salón vacío, cerrando la puerta detrás de mí y soltándolo.

—Ya sé que sucedió con T/N.

Harry me miró con confusión, también miró alrededor, como asegurándose que en verdad el salón estaba vacío.

—¿Qué?

—Le conté sobre mis padres, creo que Pansy nos escuchó. —Sostuve el puente de mi nariz con algo de estrés, me sentía tan mal por ella. Me apoyé en la puerta y suspiré, haciendo que Harry se acercará a mí y me apegará a su pecho.

No dijimos nada por un momento, me tomé el tiempo para respirar. Su abrazo me dio seguridad, como una forma de asegurarme que estaría ahí para mi, todo sin importar que prácticamente le arruine la vida a su mejor amiga.

—Harry. —Llamé su atención, él exclamó un "¿mhm?" suave y dejó un beso en mi cabello. Rodé suavemente los ojos, pero no dije nada al respecto. —Tenemos que decirlo.

Él me miró con un poco de inseguridad, retirando algo de cabello que cayó sobre mi rostro.

—¿Estás seguro? —Asentí y él me imitó. —Bien, ¿cómo lo hacemos?

Ahí sonreí un poco. —Tengo un plan.

Mi novio me miró con orgullo y al fin pude contarle mis ideas.

***

Salimos de ahí poco después, Harry se fue a su clase y yo caminé por los pasillos, sin esperarme se acorralado contra la pared con la que por años consideré mi mejor amiga.

—Parkinson, ¿qué mierda te ocurre?

—Te lo dejaré simple, Malfoy. Si se te ocurre hacer cualquier cosa para separar a T/N de mi la sufrirás caro. Sabes que yo jamás amenazo en vano.

Intenté no verme intimidado, aunque lo estaba. Su mirada, las cosas que había hecho...joder, ¿que podría hacerme a mi?

De cualquier forma la empuje lejos con fuerza. Ella no cayó al suelo, solo me miró mal. —Como sea, por lo menos no estoy loco como tú.

Y me retiré, caminando con nervios hacia cualquier otro lado. Esperaba que todo dieran amenazas vacías, no podía dejar a T/N con ella. No después de todo.

***

La mañana siguiente seguimos nuestro plan, aunque Harry estaba nervioso, preguntándome si estaba segundo cuando podía. Pero después de que saliéramos de mi sala común con las manos entrelazadas y una sonrisa en nuestros rostros no hubo vuelta atrás.

Varios nos miraron con sorpresa, otros con asco, algunos pocos con una expresión de "lo sabía" y aun así jamás nos soltamos o detuvimos el paso hasta llegar al comedor donde le di un corto beso en los labios, justo en la entrada.

Los jadeos de sorpresa no tuvieron precio, siempre me había gustado dar un buen show. Sería cuestión de tiempo para que El Profeta se llenara de fotos y chismes nuestros. Ya no podría ocultárselo a mis padres, pero Harry prometió protegerme sin importar que cuando se lo dije.

—Nos vemos después cariño. —Aquello fue la cereza sobre el pastel.

Ambos fuimos a nuestras respectivas mesas, comenzando a desayunar mientras fui bombardeado por preguntas y cuestionamientos, lo cual me divirtió.

Todo concluyó en varias pruebas para saber que ninguno de los dos estábamos bajo Amortentia, algunos de mis amigos que había apostado y rumores de cómo comenzó todo. Aunque jamás vi a T/N pude estar tranquilo sabiendo que su infierno terminaría.

Y no pude evitar suspirar con alivio cuando la vi entrar al comedor, de inmediato mirando en dirección a donde estaba mi novio, poniéndome de pie y caminando en su dirección.

—¡T/N! —Escuché a Granger mientras se acercaba a abrazarla. T/N rió suavemente, abrazándola de vuelta.

—Chicos, pareciera que no me ven desde hace años. —La chica se giró a mirarme y me sonrió. —Draco, ¿has visto a Pansy? Merlin, estaba tan preocupada por ella.

Vi como la chica se alejaba de Granger, quien la miró con confusión.

—T/N, ya no tienes que fingir, Draco y Harry confesaron todo. —Habló Ron. T/N jadeó.

—¿Ya les contaron a todos sobre su relación? —Ambos asentimos, sintiendo sus brazos rodearnos. —¡Estoy tan feliz por ustedes! Merecen ser felices.

Todos seguíamos confundidos mientras ella continuaba buscando algo con la mirada, sonriendo suavemente cuando lo encontró.

—Tengo que ir con Pansy, nos vemos. —Antes de que pudiera retirarse Hermione la detuvo sosteniendo su mano.

—¿T/N? ¿No nos escuchaste? Ya no tienes que fingir ser su novia. —Fue el turno de T/N de mirarnos como si hubiéramos perdido la cabeza.

—¿Fingir? ¿De qué hablan?

—¿De lo que dijo para que salieras con ella? T/N, entendemos qué tal vez te manipulo, pero tú-

Cualquier palabra fue callada de inmediato con un ademán de la mano de nuestra amiga, quien parecía dolida.

—¿Qué? Se que Pansy no les agrade del todo, ¿pero decir que me está manipulando? Eso ya es...no sé, ¿por eso han estado tan raros?

Nos miramos entre nosotros. Tal vez a lo que nos enfrentábamos era peor.

—¿Saben que? Piensen lo que quieran. Hablenme cuando dejen sus tonterías. —Bufó, dejándonos perplejos mientras seguía a Pansy.

Nunca había visto a Granger tan lastimada, por lo que tan pronto T/N se fue ella hizo lo mismo, abandonando el comedor sin decir nada más.

POV Pansy.

Había dejado a mi novia en mi habitación mientras caminaba por los pasillos, buscando una habitación en especial. Murmuré un Alohomora y entré con sigilo.

Pude mirarlo, a Draco. Estaba abriendo algún dulce mientras miraba por la ventana, permitiéndome abrir un poco más la puerta, suficiente para mirar mientras lo apuntaba con mi varita y murmuraba un hechizo.

No pude esconder mi sonrisa cuando el rubio cayó desmayado sobre su cama, permitiéndome acercarme aún más para dejar algunas galletas en su mesa de noche, además de usar un poco de el hechizo que usé con mi adorada novia en su cabeza.

Lo acomode sobre su cama, me limpié las manos y sonreí, acercándome a su rostro para susurrarle.

—Te dije que la pagarías caro. Dulces sueños, querido.

Y con eso abandoné su habitación. Todo iba acorde al plan.