Capítulo X.

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-¡¿Falta mucho, Goku-tan?! -casada, sudando a cantaros la diablesa preguntaba, la misma había desprendido su chaqueta teniendo la misma camiseta de Dragon con la que durmió.

Sí, había subestimado este ejercicio y se arrepentía por ello, pero quién la podría culparla, habían estado corriendo por casi 3 horas a un ritmo constante y sin parar.

-Solo falta volver a subir la montaña, tranquila -Goku dijo sonriente con algunas gotas de sudor en su rostro, pero el no se veía para nada cansado y era normal, llevaba haciendo esto durante mucho tiempo.

-¿L...la arribada? -con un rostro que solo tendría un no muerto la chica levanto la vista viendo aquel camino por el que bajaron ahora siendo este su último reto- ¡No puede ser! -exclamó nerviosa.

-¡Vamos Sera-tan! -animó Goku comenzando la subida sin perder tiempo mientras la chica lo seguía.

Algunos minutos después ambos jovenes llegaron a la punta de la montaña justo en la casa del Son, aunque este no se detuvo y siguió corriendo confundiendo a la chica quien ya ni fuerzas para preguntar tenía solo siguiendo a su amigo unos metros atrás.

Momentos después ambos llegaron a una zona plana con mucha vegetación al rededor, el ambiente era fresco ya que aún era de mañana siendo apenas las 9:43 a.m.

-¡Terminamos el calentamiento! -exclamó Goku sonriente

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-¡Terminamos el calentamiento! -exclamó Goku sonriente.

"Pum" como si de una bolsa se tratara la demonio cayó al suelo de espalda

-Fuaa -el alma de Serafall parecía salir de su cuerpo pálido y cansado- ¿Ha...has dicho calentamiento? -preguntó Serafall levantando la vista para ver a Goku realizando flexiones con un solo dedo- Dejo que te adelantes por ahora Goku-tan -dijo la chica mirando el cielo despejado.

Ella sí entrenaba, pero entrenaba su poder magico y poder demoniaco, casi nunca su físico, pocos demonios hacia algo así, pero aquellos que se dedicaban a eso podrían tener grandes poderes, ejemplo claro era el heredero del clan Bael, Sairaorg Bael, un demonio sin talento alguno para la magia que actualmente era de los más poderosos del inframundo a base de entrenamiento físico y constancia.

-Goku-tan es increíble, es probable que se lleve muy bien con él -dijo recordando al joven demonio- Además este peso extra que tengo, ¿cuando podremos quitarnos los sellos de peso? -preguntó la diablesa tentada a quitarlos allí mismo.

-Hmm, supongo que a la hora de dormir ya que sino las camas podrían romperse, por lo que puedo sentir este es más peso al que acostumbro -respondió Goku con tranquilidad aún realizando sus ejercicios.

-Oh bueno, está bien -dijo resignada, pero en eso recordó algo- Esta noche es la fiesta, ¿no? -preguntó con alegría.

-Sí, habrá mucha comida por eso lo recuerdo jaja -respondió Goku recibiendo una mirada nerviosa de la chica.

Goku x SerafallWhere stories live. Discover now