Capítulo XIV.

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La boca de la Maou estaba levemente abierta y en su rostro era palpable la confusión que le causó la pregunta que oyó.

-¿Por qué quieres saber eso Goku-tan? -preguntó la diablesa aún confusa.

-Bueno, es curiosidad supongo jejeje -el chico respondió sonriente mientras rascaba su nuca como era costumbre.

Esta respuesta no sació la duda de la diablesa que entrecerró sus ojos mientras en su rostro comenzaba a formarse una curiosa sonrisa.

-Dime Goku-tan -llamó ella acercándose al saiyan- ¿Quieres ir a mi mundo junto a mí? -preguntó ella con mucha emoción.

-En realidad no sé, depende -respondió Goku rascando su nuca mirando confuso a la diablesa por aquel acercamiento tan repentino.

-¿Depende? ¿De qué? -preguntó nuevamente, aunque conociendo al chico ya sabía de lo que se podría tratar.

-Si hay gente fuerte en tu mundo, es decir, quiero enfrentarme a ellos -respondió con ánimos Goku al momento que ella chasqueaba sus dedos con una gran sonrisa.

-¡Lo sabía Goku-tan! -exclamó ella con animos.

-Sí, pero quisiera poder volver a mi mundo -habló nuevamente causando que ella asienta, aún había posibilidades.

-Capaz y haya una forma de ir y venir de forma segura -comenzó a murmurar ella posando sus dedos sobre su mentón.

-Quizá las esferas del dragón puedan cumplir algún deseo de esos -comentó Goku también pensativo.

-¡Entonces debemos encontrarlas cuando antes! -exclamó ella tomando la mano de Goku comenzando a jalarlo y debido a su exagerada fuerza de demonio lo consiguió.

Goku en forma chibi y siendo jalado sacó el radar del dragón de entre su dogi y lo encendió.

-Por allí -señaló Goku con su dedo, ahora tenían 1/7 esferas, toca las restantes.

-Las encontraremos lo más rápido posible -habló Serafall con muchos animos desplegando sus alas mientras rápidamente agarraba vuelo tomando esto desprevenido a Goku.

Muchas ideas de qué hacer cuando llevase a Goku al infierno pasaron por su cabeza. Llevarlo al set donde grababa su serie, presentarle a su familia, salir a recorrer los varios puestos de comida que ella conocía, llevarlo junto a sus amigos Maou y muchísimas cosas más.

Pero las cosas no siempre salen como uno lo plenea y quiere, quizá este no sea el caso, ¿o sí?

-¡Hay tantos lugares que quiero que conozcas en el inframundo! -exclamó Sera-tan con ansias siendo observada por Goku que se contagió de dicha emoción.

-Jejeje, sé que será divertido -respondió el saiyan con una de sus clásicas sonrisas- Oye Sera-tan, me sorprende que puedas llevarme así teniendo yo los sellos de peso que me pusiste -habló el chico con tranquilidad.

-¿Heh? -Serafall de golpe se dio cuenta que se había olvidado de quitar esos sellos de ella y Goku.

-¿No estamos muy cerca del suelo? -preguntó Goku con inocencia sintiendo que sus pies tocaban algunas ramas y hojas de los árboles.

-¡Ay no! -exclamó ella con rostro cómico mientras sus alas comenzaban a ceder- ¡Debo de desactivar los! -murmuró, pero ya era tarde.

Inevitablemente cayeron al suelo estrepitosamente comenzando a rodar entre las ramas de los árboles por unos cuantos segundos y siguiendo pues cayeron sobre un cerro.

-¡Kyaa! -exclamó la diablesa mientras seguía rodando hacia abajo.

Goku en cambio tuvo mala suerte ya que constantemente chocaba contra troncos terminando por detroszarlos.

Goku x SerafallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora