8. Secreto de tres. 🐝

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Zhak Woods.

—Papi-grita Zhak al verme entrar y yo le sonrió negando, Dios que lindos seguían a pesar de tener sus caras moreteadas por la caída-mira-señala su pierna que esta alzada y la cubre un yeso-cuando desperté ya lo tenía papá-soltó una risita débil.

—Te lastimaste la pierna cuando rodaste por las escaleras y tu hermano se rompió dos costillas-le digo y me alzo la camisa para tocar dos de las mías y sepan de que les hablo.

Los dos abrieron su boca y formaron una o y luego se vieron carcajeándose. ¿de que me perdí?.

—Papá...-me llamó Jack-no debimos correr, lo sentimos-hizo un puchero y sus ojos se aguadaron.

Llevé la silla y la coloqué en medio de las dos camas y me senté cerrando los ojos por un segundo.

—Tranquilos...-tomé sus manitos y las besé-solo no me vuelvan a dar esos sustos, casi me da un infarto cuando su tío nos llamó diciendo que estaba con ustedes en el hospital.

Habían heredado el color de ojos de su madre.

—Lo prometemos papá-dijeron los dos y yo asentí.

—Será un secreto de tres, ¿okey?, su madre no debe saberlo-deposité un beso en sus pequeñas frentes y luego les desordené sus cabellos platinados.

Poco a poco fueron cerrando sus ojos hasta que se durmieron y yo les susurré cuanto los amaba.

Mellea K.

Ya han pasado días desde que los niños salieron del hospital, la casa a estado llena de personas que vienen a verlos, mamá Angye los conoció y quedó enamorada de sus nietos, ahora todos los días viene y les hace galletas de todos los sabores.

Por otro lado mi Dios recordado no me quiere decir que fue lo que se traen mis hijos con él, según Zhak no es nada pero mi intuición de madre me dice que algo pasó mientras yo dormía y él entró a verlos.

Veo mi reflejo en el espejo y me gusta como quedé, me puse una falda de tela rosa y una blusa tipo corsé blanca y me ate el cabello en una cola de caballo nada más con mis zapatos Adidas blancos.

Dejo todo en orden y bajo las escaleras rumbo a la cocina, al entrar veo a Angye que esta sacando del horno unos panecillos mientras sus nietos aplauden alegres.

—Mamá la abu, nos hizo panes-dijo Zhak sonriendo.

—Oh, hola linda, ¿vas a salir?-preguntó Angye dándome un panecillo.

Asentí tragando y luego respondí:-Sí, saldré con Clarissa le debía una, ya que al día siguiente que íbamos a almorzar, los niños tuvieron el accidente-musito poniendo la envoltura en el tacho de la basura.

—Mándale muchos besos a la tía Clari, mamá-dijo Jack-y dile que cuando nos visitará.

—Está bien, le diré, ahora debo irme-toqué sus naricitas con mi dedo y los besé.

—Gracias por querer cuidarlos Angye, te lo agradezco muchísimo-le digo depositando un beso en sus mejillas y ella aprieta mis manos sonriendo como sólo una madre podría hacerlo.

—No tienes porqué agradecerme, mi niña, son mis nietos y quiero recuperar el tiempo que no pasé con ellos, ahora ve y divierten con tu amiga-me empujó y yo reí.

—Se portan bien eh, que no me tardo.

(***)

El centro comercial está repleto de personas, es lo que observo mientras subo las escaleras eléctricas, algunos sonríen tomándose fotos, otros comen, otros andan de compras de todo un poco aprecio.

Inmarcesible I & II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora